Investigado un agricultor imprudente por provocar un incendio que quemó 150 hectáreas en León
La Guardia Civil acumula varias actuaciones sobre labriegos que trabajan la tierra en momentos de alto riesgo de fuego


La Guardia Civil investiga a un agricultor por cometer una imprudencia que acabó provocando un incendio que quemó 150 hectáreas entre Ferreras de Cepeda y Riofrío (León) este martes. El fuego alcanzó nivel 2 por su proximidad a zonas pobladas y requirió varias horas de trabajos intensos de los bomberos a causa del viento y la alta velocidad de propagación. Los agentes han centrado sus trabajos en un hombre que “realizaba labores agrícolas con su tractor” que se tradujeron en las llamas. Esta “imprudencia grave” ha sido remitida al juzgado de Astorga (León) para esclarecer las responsabilidades del agricultor imprudente. Esta intervención se suma a otras dos vividas hace unas semanas en la provincia de Valladolid, donde hubo sendos incendios derivados de negligencias agrícolas, práctica relativamente frecuente en verano y peligrosa por su riesgo de incendios.
Las autoridades insisten en que en momentos de altas temperaturas y vientos fuertes hay que evitar las actividades agrícolas con maquinarias pesadas o generadores que puedan arrojar chispas o, al calentarse, desencadenar pequeños fuegos que crezcan rápido por la abundancia de cereal o combustible y excitados por las ráfagas. La Guardia Civil de León detalla que el frente comenzó en “Las Fuentes”, un paraje cercano a Ferreras. El foco pronto se dirigió hacia Riofrío, “quemando a su paso pastos y bosques de pinos y monte bajo”.
El nivel 2 sobre un máximo de 3 se decretó por la afección a la carretera provincial que conecta a ambos núcleos y por la proximidad del incendio a los municipios, si bien no hubo daños humanos y en lo material se carbonizó un gallinero y algunas naves, según algunos bomberos destinados al punto, que lograron contenerlo unas 12 horas después de iniciarse. “El Equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de León ha instruido diligencias penales por un supuesto delito de Incendio Forestal por imprudencia grave, que serán remitidas al Juzgado de Guardia de Astorga (León)”, indica el comunicado de la Guardia Civil.
Negligencias
Este cuerpo oficial también señaló a dos agricultores de la provincia de Valladolid, responsables de sendos incendios forestales a causa de negligencias o imprudencias en su actividad laboral agrícola. Entre ambos se perdieron unas 60 hectáreas, bastante menos que en el caso leonés de este martes. Uno de ellos tenía activado un motor de riego carente de “rejilla matachispas y cerramiento adecuado”, de modo que emitió sin control “partículas incandescentes” que acabaron prendiendo los alrededores gracias al calor y al viento de ese día. El otro incendio provino de que un hombre estaba haciendo “trabajos de soldadura sobre un remolque de tractor” en el momento en que saltó una chispa sobre un campo de cereal que rápidamente ardió. El acusado admitió los hechos y que el propietario del tractor le había instado a repararlo allí mismo y no en un lugar más protegido.
Los bomberos forestales destinados al incendio de Ferreras han denunciado que ese fuego tardó en avistarse porque la torre de vigilancia correspondiente, la de Pozofierro, no tenía al vigilante a causa de un motivo personal y que no se le había asignado sustituto, lo cual impidió que el foco fuese detectado antes. Asimismo, algunos de estos brigadistas han difundido en redes sociales la escasez del avituallamiento ofrecido durante su desempeño contra el fuego: un pequeño sandwich de pan de molde con unas rodajas de embutido y una botella de medio litro de agua.
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