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El letrado que avisó de irregularidades en la adjudicación de Belate confirma que cinco funcionarios sabían que Acciona y Servinabar conseguirían la licitación

El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra dice que el proceso fue “transparente”, aunque confiesa que no pone la mano en el fuego “por nada ni por nadie”

El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, este martes en el Senado.Foto: Eduardo Parra (Europa Press)

El secretario de la mesa de contratación de la obra de los túneles de Belate en Navarra, Lorenzo Serena, ha confirmado este martes en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo que en la adjudicación de dichos trabajos hubo irregularidades y ha precisado que cinco de los ocho funcionarios de la mesa de contratación reconocieron en reuniones oficiales que, antes de dar sus valoraciones, habían oído que la obra se la llevarían Acciona y Servinabar. “Los rumores que había era que se lo iba a llevar una empresa, que resultó ser la que se lo llevó”, ha declarado Serena. La licitación del Belate de 2024 por 76 millones de euros, la obra más grande del actual Gobierno navarro, fue adjudicada a Acciona y Servinabar, que participaron en una Unión Temporal de Empresas (UTE).

Ambas empresas también se presentaron a otras adjudicaciones públicas de la comunidad foral y aparecen señaladas en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como en la cima de la trama de mordidas por obras pública de dos ex secretarios de Organización del PSOE, Santos Cerdán, el exministro José Luis Ábalos y el exasesor de este, Koldo García. Durante un registro, la UCO encontró documentación sobre la presunta participación del 45% de Cerdán en Servinabar, administrada por Antxon Alonso (el exsecretario socialista no aparece en el registro como socio). El juez del Supremo que lleva el caso ha afirmado que Belate no está, al menos de momento, entre las obras investigadas en el alto tribunal.

Serena fue uno de los tres letrados de la mesa de contratación que emitieron un voto particular porque no vieron justificada la valoración técnica que acabó dando la licitación a las dos constructoras anteriormente mencionadas. También señalan que esa la falta de motivación en las valoraciones técnicas dio lugar a una posible arbitrariedad, ya que estas puntuaciones fueron decisivas para la adjudicación porque cuatro de las ofertas económicas presentadas por las empresas eran igual. Durante su comparecencia, el secretario ha vuelto a explicar estos votos particulares y también otro escrito que remitió al Parlamento navarro sobre las irregularidades. “En las actas se deja constancia (porque es verdad, así lo dijeron), que cinco de los ocho miembros de la mesa (cinco, sí, tres ingenieros) reconocieron saber de los comentarios en el sentido de que la obra de Belate se la llevaría una concreta oferta. Ese comentario no es de pasillo, ni un chisme; se dijo en una reunión de la mesa y figura en acta por su relevancia”, aparece en la instancia general que presentó.

El funcionario también ha asegurado que el presidente de la mesa conoció el sentido de los votos del resto de miembros antes de depositar el suyo: “Los vocales enviaban [sus valoraciones] al presidente y él con conocimiento hizo las suyas”. Una afirmación que también envió al parlamento navarro. “El orden de valoración y las correspondientes puntuaciones se otorgan contraviniendo la lógica de funcionamiento de cualquier órgano colegiado, en el que todas las opiniones han de tener el mismo valor y transparencia (aquí las recibe una persona que en último término efectúa la suya). El problema serio aparece por añadidura, si se verifica que esa última puntuación tiene valor decisorio, pues altera el sentido de la puntuación del resto”, redactó Serena. Cabe destacar que ninguna de las otras empresas reclamó el resultado de la adjudicación, aunque Serena afirma que es habitual que no lo hagan.

Otro de los temas que ha sobrevolado la sala ha sido el traslado de la plaza de Serena como funcionario de la plaza de funcionario de Serena fue trasladada de la céntrica avenida de San Ignacio, en Pamplona, a una nave industrial de un polígono de Landaben, a las afueras de la ciudad, el año pasado. Él reclamó y la oficina de buenas prácticas y anticorrupción de Navarra obligó a reubicar de nuevo al funcionario. Serena ha adelantado sobre la comparecencia que el director general de obras públicas, Pedro López Vera, lo llamó para pedirle disculpas, aunque ha criticado que este intentase convencerle de que ese cambio “no era anormal”. A finales de junio, Diario de Navarra adelantó que la oficina de buenas prácticas ha concluido en un informe que Serena ha sufrido recientemente “un acto de represalia” por parte del director general de obras públicas y señala que se deberían tomar “medidas correctoras disciplinarias”

A la comisión del Senado también ha acudido este martes el consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, y ha declarado que la adjudicación de las obras para la ampliación del túnel de Belate siguió “el proceso administrativo previsto en la normativa y ha sido legal y transparente”. También ha subrayado que esta obra no está siendo investigada en ningún tribunal: “En los papeles [de la UCO] no aparece nada de Belate”. También ha negado cualquier castigo contra Serena por sus valoraciones durante el proceso de licitación.

Chivite ha insistido en las respuestas a los senadores que nunca le llegó el rumor de que la licitación del túnel de Belate estuviera dirigido de antemano para que fuera a parar a Acciona y Servinabar. Y ha subrayado que los votos particulares de los letrados de la mesa de contratación se referían a que hacía falta ampliar la “concreción técnica” para la adjudicación, y no que esta fuera a dedo. Del mismo modo, ante las preguntas de la senadora de UPN María Caballero, ha afirmado que no pone la mano en el fuego “por nada ni por nadie” y que no dimitirá si se demuestra en los tribunales las irregularidades en las licitaciones a obras públicas a cambio de mordidas.

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