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Feijóo aspira a un Gobierno en solitario sin renunciar a alianzas con Vox

El líder del PP se abre a alianzas con los ultras, con “otro PSOE” y con los nacionalistas salvo con Bildu. El jefe de la oposición se compromete a mantener medidas sociales, lanza guiños ideológicos a la extrema derecha y llama al PP a no confiarse con las encuestas

Alberto Núñez Feijóo junto a Isabel Díaz Ayuso, en la clausura del congreso nacional este domingo en Madrid.Foto: Álvaro García | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

Traía Alberto Núñez Feijóo los deberes hechos. El líder del PP había construido la parte más importante de su discurso de clausura del congreso del PP este domingo en respuesta a lo que le había pedido José María Aznar el día anterior. El expresidente del Gobierno popular le mandató el sábado a que explicara de forma nítida qué quiere hacer si llega al poder y para qué pide un apoyo mayoritario a los españoles. Pero además, cómo pretende hacerlo. “Es el momento de ser claros”, avisó Feijóo este domingo. Y respondió a las preguntas de Aznar.

El político gallego promete un Gobierno en solitario con alianzas parlamentarias sin cerrarse a pactar con Vox ni con el resto de partidos, incluido el PSOE ―pero no “con este” PSOE, el liderado por Pedro Sánchez― y los independentistas catalanes y vascos. El único “cordón sanitario” se lo pone a Bildu. Ante la plana mayor del PP, que acababa de refrendarle como líder por el 99% de los votos, Feijóo desgranó sus principales compromisos si llega al poder, manteniendo medidas sociales, lanzó guiños ideológicos a la extrema derecha y llamó al PP a no confiarse con las encuestas.

Su discurso fue respondiendo una a una las preguntas de Aznar. “Primera pregunta: ¿Qué gobierno habrá?“, planteó Feijóo. “Solo hay dos opciones: Sánchez o yo. No hay más”. Un mensaje dirigido a los votantes de la extrema derecha, llamando al voto útil. Y siguió: “Yo quiero un Gobierno en solitario, sí. El único Gobierno de coalición no ha funcionado”. A renglón seguido, quiso dejar claro que no hará un cordón sanitario a los ultras “¿Vamos a establecer un cordón sanitario a Vox como nos pide la izquierda?“, se preguntó Feijóo. ”No”, se respondió. “Es la tercera fuerza política, sus votantes merecen un respeto y yo no estoy dispuesto a arrinconarles”.

Después, el líder del PP hizo lo mismo con el PSOE, pero con importantes matices. “¿Vamos a establecer un cordón sanitario al PSOE como pide Vox?“, volvió a preguntarse a sí mismo. ”Con este PSOE es imposible. Con el sanchismo no se puede pactar. Eso no significa que este país recupere los consensos que necesita”, reflexionó Feijóo. Es decir, que se abre a pactar con otro PSOE, no con el liderado por Pedro Sánchez. No mientras el presidente socialista siga al mando. El único cordón sanitario al que se comprometió el político gallego es a Bildu. Cuando lo dijo, el plenario del congreso se puso en pie para aplaudirle.

Alberto Núñez Feijóo, este domingo en Madrid.

Feijóo no se escabulló de la pregunta de qué haría si le faltaran votos para la investidura. En ese caso, dijo, no se cerraría a pactar con los independentistas, un asunto muy polémico en el PP y que motivó la única enmienda de calado a la ponencia política. Pero matizó que no firmaría nada que vaya en contra de la ponencia política aprobada en el congreso. “A mí no se me da bien someterme al independentismo”, defendió. Y su relación con los nacionalistas, precisó, estaría marcada por la “claridad” y la “vigilancia”. “Fuera de la ley y la Constitución, nada de nada. Y vigilancia, sí. Yo no voy a consentir mas desafíos a nuestro país”.

El cordón sanitario a la izquierda abertzale levantó a los compromisarios populares de sus asientos. También la parte sobre la inmigración, con mensajes más duros por el combate con Vox. “Hemos de reducir la inmigración ilegal. ¿Parece razonable, no? ¿Cómo lo ilegal va a tener garantías o va a tener derechos?“, defendió refiriéndose a los inmigrantes irregulares. Haciendo equilibrios, Feijóo reconoció también que, sin la inmigración, España sería un país todavía más envejecido y rechazó ”el discurso del odio", pero los mayores aplausos los concitó cuando fue duro. “Aquí no vale todo. El respeto es el mínimo exigible y la convivencia se asegura con leyes y control. ¡A quien viene a otra cosa, le diremos con claridad: aquí no!“, clamó entre ovaciones.

El líder del PP insistió en que pretende gobernar desde la “centralidad”, pero lanzó algunos guiños ideológicos a la extrema derecha, que también se han deslizado a la ponencia política que ha aprobado el congreso. Defendió que es posible combatir la violencia machista “sin criminalizar a todo el género masculino” y “sin convertir a los hombres en un enemigo en potencia”. Y habló del “infierno fiscal” español.

Alberto Núñez Feijóo, este domingo en Madrid.

Feijóo se comprometió también a salvaguardar algunas de las medidas sociales más importantes de la legislatura de Sánchez. Como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, aunque no dijo cuánto, y siempre “de la mano de los trabajadores y con acuerdo con las empresas”, y la actualización de las pensiones. Habló además de la “cordialidad” lingüística, prometiendo una ley de lenguas si gobierna, y “defender a todas las familias”, una evolución del PP desde los tiempos del recurso contra el matrimonio homosexual.

El líder del PP lanzó también un “yo acuso” contra Pedro Sánchez. Le acusó “de intentar quebrar deliberadamente la convivencia entre españoles”. Y deseó que “este periodo fatal” del Gobierno progresista “sea un paréntesis en nuestra historia”.

Feijóo cerró el congreso del PP con un largo discurso, de 45 minutos, de tono y escenografía solemnes, con banderas de España y de la Unión Europea en la imagen de la enorme pantalla que tenía detrás en el escenario. Lo leyó en un autocue, porque reconoció que su equipo le había pedido: “Por favor, no improvises”.

Alberto Núñez Feijóo, este domingo en Madrid.

No son tiempos para improvisaciones cuando se ve tan cerca la meta de La Moncloa, piensan en el PP, eufórico con la posibilidad de alcanzar pronto el poder tras la crisis del PSOE por el estallido del caso Cerdán. Pero Feijóo quiso cerrar con una advertencia a los suyos para que no caigan en el triunfalismo, porque ya vivieron una vez quedarse a las puertas. “Os lo adelanto”, confió a los 3.000 compromisarios populares, “no va a ser un paseo por el campo”. “No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas”, cerró. “La única sonrisa que vale es la de las urnas”.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.
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