Temor a que el ‘informe Cerdán’ contamine otras batallas judiciales
Las defensas de Begoña Gómez, David Sánchez y del fiscal general afrontan ahora un posible ambiente social en su contra


El descrédito es tan grande que el temor ahora es que afecte a todo, a lo que es verdad y está tan documentado como el caso Cerdán, y también a otros asuntos que han generado ruido político y mediático, pero mucho menos asentados judicialmente con pruebas o “indicios consistentes”. Y, por supuesto, que sepulte cualquier opción en próximas convocatorias electorales, sean de cualquier carácter. Las defensas de los casos que implican al fiscal general del Estado, la esposa del presidente, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez, no pueden descartar que el “efecto dominó” del terremoto social provocado por las actuaciones del exsecretario de Organización del PSOE contagie la percepción negativa sobre sus defendidos, aunque aguardan que no perjudique sus estrategias procesales.
La semana pasada comenzó con el inédito procesamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que el ministerio público recurrió unos días más tarde tras comparecer el propio afectado ante los periodistas para defender su actuación como impecable frente al bulo difundido por el jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso. García Ortiz descartó su dimisión y expresó una denuncia que pasó sin pena ni gloria: “La mentira no puede derrotar a un fiscal general, no puede ser, no podemos entrar en ese escenario”. El eco de esa queja de uno de los cargos institucionales más relevantes del Estado fue mínimo.
La semana adquirió tal intensidad, y explotó totalmente para el PSOE y su secretario general con el demoledor informe de la UCO sobre las andanzas de Santos Cerdán, que la desolación y el pesimismo parecen haberse instalado en el seno de ese partido desde las bases, los cargos medios y las más altas instancias. En las cercanías del propio presidente del Gobierno, un dirigente expresó así su frustración: “Cuando te crees víctima de complots, de oscuras tramas mediáticas, políticas, judiciales, cuando tienes a tu mujer, a tu hermano por nada; a un fiscal general que no ha hecho nada al borde del banquillo, tiendes a creerte que todo es mentira. Y a veces, entre tanta mentira, hay algo de verdad”.
Esa disquisición, que seguramente anidó en las reflexiones del propio Sánchez en su retiro de este fin de semana, también está dentro de las estrategias de las defensas de esos implicados en el entorno más cercano al presidente. El abogado Emilio Cortés, que lleva el caso de David Sánchez, imputado y en vías de ir a juicio por una presunta contratación irregular como director de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz en julio de 2017, recalca que “a nivel procesal no puede haber contaminación de unas cosas con otras, porque cada procedimiento sigue su camino independiente”, pero acepta que “el efecto espejo o dominó a nivel sociológico y de calle es incuestionable”.
El letrado constata que algunos medios de comunicación y ciertos partidos, en alusión al PP y Vox, y organizaciones como el pseudosindicato ultra Manos Limpias, que fue el que denunció la contratación de David Sánchez, “se dedican profundamente a avivar ese juego”. Cortés pone como ejemplo las acusaciones falsas que encontraron en su momento tanto eco, como que Koldo García, el exasesor ministerial de José Luis Ábalos, había firmado contratos en Elvas, la población de Portugal donde residía el hermano del presidente, o la frase fuera de contexto en la declaración judicial de este último sobre que no sabía dónde estaba su despacho o cuál era su labor.
Cortés está ahora en la disputa con la jueza de Mérida por afirmar en su resolución que el presidente habría tenido alguna influencia en la contratación de su hermano. El abogado exige que la instructora precise “algún indicio concreto” para basar esa insinuación, porque por ahora solo atisba “una contaminación procesal, lumínica y demiúrgica” del líder del PSOE.
La defensa de Begoña Gómez mantiene las mismas tesis sobre que, “en teoría, la administración de Justicia no debería verse afectada por un estado de opinión” tan negativo como el actual, y apela a la falta de indicios para vaticinar un resultado positivo a sus intereses. Fuentes cercanas al abogado de la esposa del presidente enfatizan que “en el derecho real se condena por lo acreditado, no por el ambiente político de un país en un momento concreto”. Y arremeten contra la “cruzada” y la “falta de competencia” del juez Juan Carlos Peinado.
Un veterano dirigente del PSOE andaluz, con responsabilidad en varias campañas electorales y cercano a Sánchez, concede que ante este viacrucis de consecuencias ahora imposibles de calcular, que les ha dejado “abochornados y cabreados”, no tiene sentido pensar en cómo puede perjudicar a las elecciones autonómicas andaluzas y en Castilla y León, en teoría las próximas para 2026. Confía en la capacidad de supervivencia de Sánchez, le aconseja que se tome algún tiempo para reflexionar y emprender “medidas contundentes y cambios profundos en el partido, en el Gobierno y en su núcleo duro”. Pero admite que el caso Cerdán y sus derivadas “ha alterado totalmente el escenario electoral”.
Un miembro de la Ejecutiva socialista lo resume así: “Ahora tenemos un elefante en la habitación, y las campañas son secundarias. Lo que tiene que pensar Sánchez —y es el más capacitado para ello— es que, de cómo actúe ahora en el corto plazo para recuperar la credibilidad perdida, dependerá el medio y el largo, para que no lleguemos a las elecciones exhaustos”.
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