España, el Reino Unido y la Comisión Europea alcanzan un “acuerdo político” sobre las relaciones de Gibraltar con la UE
El pacto alcanzado en Bruselas supondrá la demolición de la Verja y la eliminación de los controles sobre personas y mercancías
España, el Reino Unido y la Comisión Europea han alcanzado un “acuerdo político sobre los aspectos fundamentales” de las futuras relaciones de Gibraltar con la Unión Europea después del Brexit. El pacto se ha cerrado en la reunión que han mantenido este miércoles en Bruselas los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido y España, David Lammy y José Manuel Albares, con el comisario Maros Sefcovic, responsable de la negociación por parte de la Comisión Europea, y el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo. El pacto, que incluye todos los puntos que estaban aún pendientes, supondrá la demolición de La Verja que separa La Línea de la Concepción (Cádiz) del Peñón, establecerá un doble control de pasajeros en el puerto y aeropuerto a cargo de las policías española y gibraltareña y eliminará todos los controles sobre personas y mercancías en la frontera. En los próximos días se ultimará un texto jurídicamente vinculante en el que se plasmará este acuerdo político. La relación de Gibraltar con la UE era el último fleco pendiente tras la salida del Reino Unido de la UE, después de que Londres y Bruselas acordaran en una cumbre bilateral el pasado 19 de mayo el marco de sus futuras relaciones.
El comunicado conjunto explica que se ha alcanzado “un acuerdo político definitivo sobre los aspectos fundamentales del futuro pacto entre la UE y el Reino Unido en relación con Gibraltar”, que “salvaguarda las respectivas posiciones jurídicas” de Madrid y Londres “en materia de soberanía y jurisdicción”, lo que afecta tanto al Peñón, como al istmo que le une con la Península y las aguas que lo rodean. El acuerdo culmina una negociación que formalmente ha durado casi tres años y medio (la primera ronda negociadora a tres bandas se celebró en febrero de 2022), pero en realidad se inició mucho antes, cuando Madrid y Londres empezaron a pergeñar lo que se conoció como el Pacto de Nochevieja, suscrito el 31 de diciembre de 2020, que ha servido de base al actual. Desde 2021 Gibraltar se encuentra en un limbo legal, ya que está formalmente fuera de la UE pero no se aplican los controles Schengen.
Tras asegurar que el principal objetivo del futuro tratado “es garantizar la prosperidad” del Peñón y del Campo de Gibraltar, el documento anuncia que “se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen [el área sin fronteras que incluye a 29 países europeos] el Mercado Único de la UE y la Unión Aduanera”.

En concreto, explica la declaración, las partes han acordado “establecer controles fronterizos duales [de] Gibraltar y Schengen en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar, que se llevarán a cabo mediante una plena cooperación entre las autoridades de la UE y del Reino Unido/Gibraltar, suprimiendo todos los controles en el paso fronterizo entre Gibraltar y La Línea”. Por parte de la UE, agrega el texto, “España realizará los controles Schengen completos”, mientras que, por parte del Reino Unido, “los controles gibraltareños completos seguirán llevándose a cabo como hasta ahora”.
Es decir, los pasajeros que lleguen al puerto y aeropuerto de Gibraltar pasarán un doble control: uno de la policía gibraltareña y otro de la española, sin los que no podrán entrar al Peñón. El texto no menciona la presencia de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, a la que en el pacto inicial alcanzado entre España y Reino Unido en la Nochevieja de 2020 se planeaba recurrir durante un periodo transitorio, algo que finalmente se ha descartado.
Medios conservadores del Reino Unido han criticado duramente el hecho de que los ciudadanos británicos tengan que mostrar su pasaporte a la policía española para entrar en una de sus colonias. El Gobierno británico se ha apresurado a aclarar que la inmigración y la seguridad seguirá siendo competencia de la policía gibraltareña, mientras que los agentes españoles se encargarán de garantizar la integridad del espacio Shengen y han puesto como modelo los controles franceses en la estación londinense de St Pancras, desde donde sale el tren Eurostar que cruza el canal de La Mancha.
El pacto incluye también un acuerdo sobre visados y permisos de residencia y compromete “una estrecha cooperación entre las autoridades policiales y judiciales” de España y Gibraltar, según el texto.
El acuerdo consagra igualmente una “futura unión aduanera entre la UE y Gibraltar, manteniendo una estrecha colaboración entre las respectivas autoridades aduaneras y eliminando los controles de mercancías”, agrega la nota. “También se ha llegado a un acuerdo sobre los principios de imposición indirecta que se aplicarán en Gibraltar, incluyendo el tabaco”; lo que “evitará distorsiones y contribuirán a la prosperidad de toda la región”. Este era uno de los puntos más conflictivos, pues en el Peñón no se aplica el IVA y el impuesto de sociedades solo grava con un 10% los beneficios obtenidos en la colonia por las casi 13.000 sociedades activas registradas, que no tributan nada por sus beneficios en el exterior, pero el comunicado no detalla cómo se ha salvado este escollo.
La nota se limita a señalar que el acuerdo incluye “compromisos de igualdad de condiciones en materia de ayudas estatales, fiscalidad, trabajo, medio ambiente, comercio y desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte; incluyendo el aeropuerto; los derechos de los trabajadores transfronterizos [según datos de mayo, en Gibraltar hay 15.225 trabajadores de este tipo, de los que 10.500 son españoles] y la coordinación en materia de seguridad social”. También “una cooperación específica en materia de medio ambiente” ―se establecerá un mecanismo de concertación obligatoria ante vertidos y otros problemas medioambientales ― y la “creación de un mecanismo financiero adecuado para promover la cohesión y apoyar la formación y el empleo en la región”.
Una vez alcanzado el pacto político, concluye el comunicado, los equipos negociadores deberán ultimar “rápidamente el texto jurídico completo” y “ejecutar los respectivos procedimientos internos para su firma y ratificación”. En principio no está previsto que el futuro tratado se someta a la aprobación del Congreso español, ya que las competencias en materia de comercio están cedidas a la Comisión Europea, que es la que ha negociado en nombre de la UE. En cambio, sí tendrá que ser ratificado por el Parlamento europeo y el británico.
El comunicado deja muchas incógnitas sin despejar, desde los tipos impositivos que aplicará Gibraltar a los productos hasta el uso conjunto del aeropuerto, que España reclamaba y no se menciona en el texto. Aunque tampoco figura en el comunicado conjunto, las autoridades británicas han hecho saber que el acuerdo permite “que vuelos comerciales operen desde Gibraltar a destinos de la UE, aumentando la conectividad de Gibraltar con el continente y contribuyendo a su prosperidad”. Albares ha añadido que el aeropuerto de Gibraltar, construido en el istmo cuya soberanía reclama España, beneficiará a toda la zona, pues habrá vuelos comerciales de compañías tanto británicas como europeas y españolas.
El Gobierno británico también ha subrayado que se garantiza la “autonomía plena de las instalaciones militares del Reino Unido en Gibraltar”, lo que podría significar que los militares británicos y sus suministros no estarán sujetos a los controles de la policía española; lo que constituía una de las mayores preocupaciones de Londres.
Sefcovic, comisario de Comercio y Seguridad Económica, se ha felicitado por el acuerdo, que ha calificado de “verdadero hito histórico para la UE”; mientras que la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha subrayado que el pacto “salvaguarda la integridad de la zona Schengen y del mercado único, mientras asegura la estabilidad, la certidumbre legal y la prosperidad de la región”.
“Con este acuerdo desaparecerá la Verja, el último muro de la Europa continental y queda garantizada la libre circulación de personas y mercancías. Gribraltar estará conectado con el espacio Schengen, ejerciendo España el control de entradas y salidas”, ha proclamado el ministro español de Asuntos Exteriores. “La libre circulación de mercancías queda también garantizada, evitando distorsiones, dado que habrá un proceso de convergencia fiscal que garantice una competencia justa para todos”, ha añadido.

“Este Gobierno [británico] heredó una situación del Ejecutivo anterior que colocó bajo amenaza la economía y el modo de vida de Gibraltar. El avance de hoy [por este miércoles] aporta una solución práctica después de años de incertidumbre”, ha dicho por su parte el ministro de Exteriores británico. Lammy ha añadido que el pacto “protege la soberanía británica, apoya la economía gibraltareña y permite planear de nuevo negocios a largo plazo”. Ante las previsibles críticas que el acuerdo provocará en España, Reino Unido e incluso Gibraltar, Picardo, integrado en la delegación británica, ha zanjado: “Es momento de mirar más allá de las discusiones del pasado y hacia una época de cooperación y entendimiento renovados. El acuerdo está hecho, es tiempo de finalizar el tratado”.
La interpretación del acuerdo plasmada por el diario Daily Telegraph, la referencia obligada de los euroescépticos británicos, que acusaba a Gibraltar y Gran Bretaña de “entregar el control de su frontera a Europa”, encendía los ánimos de los críticos. “Otra rendición y otra entrega. Este Gobierno se dedica a socavar el Reino Unido y es imperdonable. Lo próximo serán las Malvinas”, escribía en X la ex ministra del Interior, y candidata frustrada a dirigir el Partido Conservador, Suella Braverman. “Primero Chagos [el archipiélago que el Reino Unido acaba de devolver a Mauricio]. Ahora Gibraltar. Eres desastroso, Starmer”, acusaba al primer ministro el diputado Rupert Lowe, de las filas de Reform UK.
El jefe del Foreign Office ha viajado a Bruselas desde Gibraltar, donde se ha reunido este miércoles con el Gobierno gibraltareño para ultimar los “parámetros finales” del acuerdo, en palabras del ministro principal gibraltareño. A la reunión con el Gabinete de Picardo asistió también el secretario de Estado británico para Europa y Norteamérica, Stephen Doughty.
La última cita tripartita sobre Gibraltar se celebró en Bruselas en septiembre de 2024, aunque Sefcovic mantuvo el pasado mes de mayo reuniones bilaterales por separado con los jefes de la diplomacia española y británica y en ningún momento se han interrumpido los contactos e intercambio de documentos técnicos entre las partes.
La reunión en Bruselas vino precedida el martes por la decisión de la Comisión Europea de proponer la retirada de Gibraltar de la denominada “lista anti-blanqueo de capitales de la UE”, lo que ha sido recibido con satisfacción por el Gobierno del Peñón. A lo largo de la negociación, Picardo ha exigido también que España saque a la colonia de su propia lista de jurisdicciones no cooperativas o paraísos fiscales, pero el Ministerio de Hacienda no lo ha hecho todavía, para irritación de las autoridades gibraltareñas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.