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Génova admite tras la manifestación que Sánchez aguantará hasta 2027 y evita el choque con Ayuso

La dirección del PP sortea el conflicto con la presidenta madrileña pese al malestar de puertas adentro por sus últimos movimientos

El portavoz popular, Borja Sémper, durante su comparecencia en la sede del PP en Madrid, este lunes.

¿Y ahora, qué? La pregunta recorre al PP después de haber elevado al máximo la tensión con el Gobierno en los últimos días, marcados por el choque total en la Conferencia de Presidentes y por la manifestación en Madrid para reclamar a Pedro Sánchez la convocatoria anticipada de elecciones. El presidente del Gobierno ha dejado claro que no se va a ir y que su intención es alargar la legislatura hasta 2027 y, después de llevar a ebullición la olla a presión de la política española, la dirección del PP admite que Sánchez va a aguantar. La cúpula del Partido Popular reconoce también la “frustración” en el electorado de la derecha porque el partido no puede desalojar al presidente socialista del poder. En paralelo, Génova sortea el choque con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ya ha movido ficha abriendo el debate estratégico ante el próximo congreso de los populares, pese al malestar que sus últimos movimientos han provocado de puertas adentro.

Un día después de la sexta manifestación del PP contra el Gobierno progresista en los últimos dos años, Génova admite que pese a todos sus esfuerzos, Sánchez sigue teniendo todavía otros dos años por delante de legislatura. “El presidente probablemente tenga vocación y la voluntad de aguantar hasta 2027, porque es un hombre ajeno a la realidad y bunkerizado. Este es mi análisis sincero”, ha reconocido este lunes en rueda de prensa el portavoz de la dirección nacional, Borja Sémper.

El desafío para Alberto Núñez Feijóo es gestionar la frustración de la derecha, que ve que la izquierda sigue gobernando mientras el PP le hace creer que Sánchez está al caer. En la cúpula popular admiten que existe frustración en la ciudadanía, pero la desvinculan del PP. “Sí creo que los españoles están frustrados con la política y con el Gobierno. La gente está harta y cansada de asomarse a cualquier medio de comunicación y ver que los escándalos se suceden y no pasa nada”, ha reflexionado Sémper. “La política se ha convertido en un problema para un ciudadano medio. Eso es cierto e insostenible. Por eso, después de todo lo que ha pasado, todo lo que representa el Koldogobierno merece que los españoles hablen. Hay frustración pero no creo que se dirija contra el PP. Es contra el Gobierno".

El PP sigue descartando canalizar institucionalmente esa frustración de la derecha con una moción de censura contra Sánchez. La cúpula popular no ve la posibilidad de una moción porque “no dan los números”, insisten en privado, mientras en público Sémper ha defendido que el problema es que los socios del Gobierno “están verdes” y “en proceso de duelo”, así que no es posible todavía contar con ellos. Por ese motivo, el PP no tiene previsto ninguna conversación con los aliados del PSOE para tratar de convencerlos de que participen en una operación para echar a Sánchez.

En privado, además, varios barones autonómicos reconocían durante la cumbre de Barcelona que, pese a su exigencia de adelanto de elecciones a Sánchez, creen que el presidente seguirá “aguantando” todo lo posible para no “enfrentarse” a las urnas. Una tesis que comparten también miembros del comité de dirección.

Aumento de decibelios

El aumento de decibelios del PP de Feijóo tiene que ver también con el congreso del partido que se celebra a principios de julio, como reconocen dirigentes populares, porque hay que caldear el ambiente. El cónclave ha reabierto el debate en el PP sobre la mejor estrategia para llegar a La Moncloa, con Isabel Díaz Ayuso como principal punta de lanza del ala más derechista, que quiere más madera. La líder madrileña pone además pie en pared a los intentos de reformar el sistema de primarias si eso va a ir en detrimento del voto de las bases.

Los últimos movimientos de Ayuso han causado malestar en la dirección popular, que critica en privado su gesto “sobreactuado” de levantarse y marcharse de la Conferencia de Presidentes cuando el lehendakari habló en Euskera. Con ese gesto, Ayuso, critican en privado en la cúpula popular, dio “un balón de oxígeno” a Sánchez.

Pero la orden es evitar en público la confrontación y hacer oídos sordos al desafío a la estrategia de Feijóo que supone que Ayuso se levantara el viernes de la Conferencia de Presidentes, y que haya recibido al presidente de Argentina, Javier Milei, de visita en España para participar en un acto ultra cercano a Vox. El portavoz nacional ha sorteado la pregunta sobre esa discrepancia de estrategias, pero sí ha reivindicado la apuesta por la “centralidad” y la “moderación” que defendió Feijóo en su discurso este domingo. Hace solo unos días, también el líder popular llamó a Sánchez el “capo de la mafia”, unas palabras que no repitió en la protesta del domingo.

Ayuso se ha reafirmado hoy en que plantará batalla en el congreso por el modelo de primarias y ha defendido en Antena 3 que en el cónclave “tiene que haber sal, disparidad de criterios en algunas cuestiones”, porque el PP “no es una secta”. De momento, solo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se ha desmarcado del modelo de primarias que sugiere Ayuso (con más protagonismo de la militancia), del que ha dicho que es “escéptico”.

Mientras Ayuso reabre la batalla estratégica y del proceso de elección del presidente del PP, otros barones populares se alinean con la tesis de Feijóo. El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, a cargo además de la ponencia política del congreso, ha defendido hoy que el PP “tiene que ubicarse en la centralidad para abrir los brazos a todas las personas que quieran que Sánchez deje de ser presidente” y el partido “tiene que seguir ampliando la base electoral y en eso está Feijóo”. Ampliar la base electoral por el centro o por la derecha es la pregunta que divide al PP.

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