No hay entradas de 18 euros para la Alhambra hasta el 18 de junio... salvo que pagues 199 euros
Los guías se quejan de que los tiques online parecen estar disponibles solo para algunas empresas e intermediarios


En los grandes monumentos resulta casi imposible conseguir entradas de un día para otro. O de una semana para otra. La improvisación o la falta de previsión, no obstante, siempre encuentra una solución: pagar de más. En una época en la que la compra online supera a la de taquilla, ciertas compañías tiqueteras juegan con ventaja. El debate es si esa ventaja la toman por su mano o le es concedida. La Alhambra no escapa a esa realidad. Por 18 euros en taquilla –19,09 en la web oficial– es imposible comprar entradas hasta el 18 de junio. O lo era en el momento de escribir estas líneas. En cambio, por 199 o 299 euros, según el paquete y a través de un intermediario turístico, es perfectamente posible visitarlo este viernes 30 de mayo. El precio incluye guía y una fuerte comisión. Los guías del recinto han denunciado un mes de mayo especialmente tramposo en el que a excepción de algunos, la mayoría no ha conseguido entradas de última hora, algo que a los profesionales no les resultaba imposible hasta ahora. Por ello, han presentado una queja formal al patronato sobre “el mal funcionamiento del sistema informático de gestión de entradas”. Han detectado, explican en su escrito, “patrones que generan una razonable sospecha de que determinadas empresas podrían estar accediendo a las entradas en condiciones más favorables o con una agilidad que no parece estar al alcance del resto de operadores turísticos ni del público en general”.
En su queja, los guías explican que ciertas compañías parecen lograr entradas incluso en momentos de máxima demanda y escasez de oferta. Marta L., guía acreditada de la Alhambra, explica que cada noche, a las doce, salen a la venta online un último cupo de entradas. “Especialmente en el último mes, el sistema se bloquea con frecuencia antes de poder comprar. Cuando vuelve, curiosamente las entradas ya han sido compradas”. Según los guías, hay ciertas empresas que no se ven afectadas por ese bloqueo. Por eso, en su escrito, el colectivo “plantea dudas razonables sobre la igualdad de oportunidades en el acceso a las entradas”. En este punto, menciona en concreto a dos operadores turísticos, uno granadino con una facturación declarada en 2023 que supera los 5,6 millones de euros, y un operador turístico internacional que recientemente se ha visto inmerso en una investigación por un sistema irregular de venta de entradas al Coliseo romano.
En cualquier caso, el sistema de venta de entradas de la ciudadela nazarí es enrevesado. El recinto tiene sus entradas limitadas a 7.500 personas al día en invierno y 8.500 en verano. La primera dificultad a partir de ahí es dar con el canal oficial de venta. En los buscadores aparecen numerosas webs por delante de la oficial que bien podrían pasar por esta. Este canal oficial online tiene disponible, con un año de antelación, alrededor del 25% de sus tiques. A partir de ahí, el último día de cada mes, inyectan nuevas entradas para los dos meses siguientes. Luego, cada noche, vuelven a alimentar el sistema con varios cientos de entradas, en el entorno de 300, comenta un guía. Son un último porcentaje de reserva prevista por el patronato del recinto, las que no se han vendido y algunas sobrantes de otros canales (educativas, institucionales,…).
Ese cupo nocturno permitían a los guías solucionar imprevistos del día siguiente con sus clientes, son las que están mayoritariamente en disputa, cuestionándose si se otorgan con mayor facilidad a unos que a otros. Que no sea posible adquirirlas en las últimas semanas obedece para los guías al más que “posible uso de robots por parte de plataformas digitales, o incluso por particulares y pequeñas agencias, para acaparar entradas sin límite ni control”.
Los problemas con la venta de entradas no son nuevos, ni mucho menos. Hace tiempo que viene dando guerra a los administradores del recinto. Hubo incluso un juicio por fraude que dio como resultado 10 condenados. Por eso, hace algunos años, las entradas son nominativas y están identificadas con nombre, apellidos y número de carné o pasaporte. Los particulares tienen derecho a un cambio por cada grupo de cinco entradas. Es decir, si se compran dos entradas solo, por ejemplo, y hay un error en los datos, es imposible el cambio. Hay que haber comprado cinco para poder rectificar una. Los profesionales pueden hacer un cambio cada diez. Ahí, también, se quejan los guías, vuelve a haber truco. Según ellos, “existen numerosos indicios de que esta limitación no se está aplicando correctamente, ya que se permite, de hecho, la modificación del 100% de los datos identificativos”.
¿Cómo se le tuerce el brazo a las entradas nominativas? El colectivo de guías piensa que hay empresas que compran con antelación muchas entradas con datos inventados –es decir, que aún no tienen clientes concretos para ellas– y que, cuando lo necesitan, cambian a los datos ciertos de sus clientes. También se quejan de que las entradas sobrantes se pongan en el sistema a las 12 de la noche porque les obliga a alargar la jornada hasta esas horas. Hasta hace semanas, con cierto éxito. En mayo, con poco o ninguno. Otra lamentación es que el sistema informático de venta de entradas es antiguo y fácilmente, si no hackeable, trucable.
Los responsables de la gestión de la Alhambra reconocen que hay problemas con las entradas pero niegan cualquier trato de favor. “Lo que nunca vamos a admitir es que se diga que hay un trato de favor a nadie. No es cierto”, comenta el director, Rodrigo Ruiz-Jiménez, que entiende la preocupación del colectivo pero, añade, “no se pueden decir cosas que no son”.
El director asegura que “cuando se detectan prácticas y comportamientos anormales, se procede a su análisis y se ejecutan o refuerzan las medidas de seguridad”. También explica que cuentan con el apoyo de la Agencia Digital de Andalucía, con competencias en ciberseguridad, que trabaja con la empresa que tiene la licitación de venta de los tiques para analizar la situación. Desde el PSOE de Granada opinan que “la gestión de la Alhambra está siendo deficiente y lamentable en estos años”. También ha criticado al director del monumento porque, según ha dicho este miércoles Juanjo Ibáñez, secretario de Cultura, “no reúne el perfil para tener en sus manos un espacio patrimonial como este, algo que también le sucedió a su antecesora en el cargo”, en referencia a Rocío Ruiz, ahora consejera de la Fomento de la Junta andaluza.
Miguel Campos, presidente de la asociación de guías, que representa a 150 de los aproximadamente 350 que trabajan habitualmente en el recinto, cree que el patronato “está enrocado en que todo está bien, en que hacen lo que pueden”. Campos cuenta que la respuesta a sus quejas fue que “son problemas técnicos propios del mes de mayo, un mes muy intenso y temporada alta, en el que se colapsa la web”. También cuenta el presidente que “miembros del patronato, no el director, reconocen que el sistema está, podríamos decir, intervenido de alguna manera. Algunos listos le han cogido el truco, porque es una web bastante obsoleta, lo que, mediante artimañas informáticas, bots, etc…, les permite jugar con una baraja distinta de la nuestra”.
Grupitos de última hora
La dimensión del negocio de los billetes de 200 y 300 euros se entiende mejor cuando se sitúa en dimensión familiar o grupo. Una visita de estas, en los gestores turísticos que saben encontrar entradas, para cuatro personas se sitúa en los 800 o 1.200 euros. El desglosado es fácil: 19 euros de entrada por persona, entre 135 y 165 que cobran los guías por grupos de 1 a 30 personas. Eso supone un gasto para la empresa turística intermediaria de entre 211 y 241. De ahí a los 800 o 1.200… gana la banca.
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