El modelo Vaquero frente a la espiral del caos de Feijóo, Belarra y Nogueras
La nueva portavoz del PNV sigue la senda de sus antecesores y se distancia de las teorías del apocalipsis zombi: “Cuente con nosotros, pero cuéntenoslo todo”


En una competición de improperios contra Pedro Sánchez, sería difícil ubicar arriba del todo del podio al campeón en el debate de este miércoles en el Congreso. Tres oradores se disputaron ese honor y no quedó claro el resultado: Feijóo, Belarra y Nogueras. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, hace tiempo que ha entrado en una fase irrecuperable de rencor personal contra el presidente, por lo que él dice que no quiso hacer ni pactar con Junts en las últimas elecciones y que va mucho más allá de lo político.
El orden del día del pleno era muy relevante y actual: la millonaria inversión en defensa para cumplir con el 2% del PIB que nos exige la OTAN y Trump y las explicaciones del apagón del 28-A. En los 20 minutos previstos, programados y aceptados de su intervención, sin corte ninguno como se intentó falsear desde el PP para volver a acosar a la presidenta de las Cortes, Feijóo orilló todo lo relacionado con la defensa, EE UU o las medidas para combatir los aranceles de Trump, contra los que votará este jueves su partido con Vox. Se volcó sobre el apagón para usar incluso a las cinco víctimas del cero energético y colar ahí hasta el caso del hermano del presidente y su presunto enchufe en un cargo en la Diputación de Badajoz. En la réplica, ya apresurado por los zascas que le propinó un Sánchez desatado y sin más límites de tiempo que los récord oratorios castristas, Feijóo reveló que había estado vigilando la atención de los ministros sobre sus móviles y le retó a salir a la calle juntos sin huir como entiende que hizo en su visita a la dana con los reyes.
La radical enmienda de totalidad de la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, llegó a tal punto en su obsesión por diferenciar su territorio del resto de España que distinguió ahí la idiosincrasia de Cataluña y su cultura como “un pueblo de currantes, que piensa, crea, mueve montañas, tiene iniciativa” frente al resto del Estado, al que vino a retratar como “vagos, que piden migajas y subvenciones”. El porcentaje para conseguir ahora el voto de Junts en el Congreso se cifra en el 20%, que es lo que deben llevarse las empresas e industrias de Cataluña en el plan de seguridad. Sánchez la ignoró porque precisa esos siete votos para los asuntos clave, para empezar hoy mismo.
El grado de desmarque político de Ione Belarra, la secretaria general de Podemos y exministra de Sánchez, con este Gobierno del PSOE y Yolanda Díaz y con su pasado no parece encontrar límites. Por resumir, además de presidente de la guerra, ubicó a Sánchez como el mandatario “más oscuro de la historia”, que miente sobre el rearme, permite así “el robo” a la clase trabajadora y se ha convertido en otro cómplice más del genocidio asesino de Israel sobre Gaza y Palestina. Sánchez se frenó al diagnosticar que Podemos sobrevive en “otra realidad y otro mundo” y le recordó a Belarra que con ella en su Gabinete ya aumentó un 55% el gasto en Defensa.
El presidente se mofó de la espiral del caos, la alarma nacional contra el sanchismo y la búsqueda de cualquier resquicio para encontrar el apocalipsis zombi con que retrató el estilo de oposición en estos años de Feijóo, del que rescató hasta su programa a favor del 100% de renovales en la Xunta en 2020. Sánchez destinó, sin embargo, casi el mismo tiempo a Feijóo que en agradecer el tono, estilo y sustrato del primer discurso en la Cámara de la nueva portavoz del PNV. Y tampoco fue casual. Maribel Vaquero entroncó en sus formas calmadas, educadas, prácticas y pragmáticas con los mejores de sus antecesores. No se permitió transitar por la senda de sembrar “dudas, bulos, mentiras, conjeturas o falsas hipótesis sin contrastar” y le lanzó a Sánchez uno de sus avisos silentes y de calado que deja en el aire el PNV cuando está preocupado: “Nos jugamos el futuro de Europa y de Euskadi y los asumimos con responsabilidad. Cuente con nosotros, pero cuéntenoslo todo”. Era sobre lo de defensa y el apagón, pero sonó un poco para todo.
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