Sánchez carga contra los “lobistas” pronucleares y dice que es “una gigantesca manipulación” culpar a las renovables del apagón
El presidente reivindica lo rápido que se resolvió y la reacción ciudadana: “Muy pocas sociedades hubieran respondido mejor que la nuestra”

Pedro Sánchez aún no tiene una explicación para el mayor apagón de la historia de España, pero a falta de respuestas a esa pregunta, ha decidido construir en el Congreso un discurso muy claro de defensa del modelo energético planteado por el Gobierno, y centrado en las renovables. El presidente admite que aún no sabe qué pasó, y dice que los técnicos pueden tardar mucho tiempo en descubrirlo, pero sí está dispuesto a dar una batalla ideológica con argumentos técnicos frente a los que culpan a las renovables del apagón.
Durante casi una hora, Sánchez ha evitado cualquier autocrítica, explicación de lo que falló o de quiénes son los responsables, como le ha reprochado inmediatamente después el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que se ha burlado de su visión optimista: “Enhorabuena por el gran apagón, oyéndole estarán deseando los españoles que se repita... ¡Qué vergüenza!“. El presidente llevaba otra estrategia. Él se concentró en un despliegue de datos y argumentos para defender el modelo energético y sobre todo criticar a quienes ya han concluido, como el PP, que la solución pasa por retrasar el cierre de las nucleares, pactado por las propias empresas y previsto entre 2027 y 2035. El presidente acusa directamente al PP y a Vox, que defienden a las nucleares, de ser “lobistas aficionados” y defender los intereses de las grandes energéticas propietarias de estas centrales.
“Desconfíen de quienes les dicen que esto va de renovables o nucleares, porque no es así. No hay evidencia que diga que el incidente fue provocado por exceso de renovables o falta de nucleares”, ha resumido el presidente. “Los técnicos necesitan tiempo, hay que respetar la complejidad del asunto. Pero algunos ya están lanzando debates interesados. Los mismos que acusan al Ejecutivo de no dar información llevan días recomendando una solución, que consiste en su agenda ideológica y en los intereses de algunas empresas energéticas. Han vendido su espíritu crítico a un buen pagador. Ese día estábamos operando con niveles de renovables inferiores a días anteriores. Esto es mucho más complejo. Asociar este debate al apagón de las nucleares es una gigantesca manipulación”, ha insistido. “Esto no va de renovables o nucleares, va de renovables y nucleares”, le ha contestado después Feijóo, que defiende retrasar el cierre de las centrales.

Sánchez ha explicado que su Gobierno no es antinuclear. De hecho, ha asegurado que si las empresas energéticas se ponen de acuerdo para cambiar sus planes y extender la vida útil de las nucleares, La Moncloa les escuchará. Pero hay una clave que hace muy improbable ese escenario mientras Sánchez esté en La Moncloa gobernando con Sumar. Porque el presidente pone una condición que las grandes energéticas rechazan de plano: que sean ellas las que paguen el coste de ampliar esa vida útil, y no los ciudadanos con sus impuestos o los usuarios con su factura.
“Si las empresas acuerdan entre ellas un calendario distinto, les escucharemos. Pero tiene que ser económicamente viable, no a costa del bolsillo del contribuyente sino de los ultrarricos que presiden esas energéticas. Estas grandes empresas quieren que sea la clase media trabajadora y no ellos quienes paguen el coste. Los mismos gobiernos autonómicos que exigen que se mantengan las centrales miran a otro lado cuando se les pregunta si quieren pagar la factura o localizar un cementerio nuclear en su territorio”, ha dicho en referencia a Isabel Díaz Ayuso, que apuesta por las nucleares como la solución.

Feijóo también defiende bajarle los impuestos a las nucleares para que puedan seguir operando, precisamente lo que Sánchez rechaza de plano. De hecho, el Gobierno argumenta que la mejor prueba de que las nucleares no son rentables es que la mayoría estaban paradas en los días previos al apagón porque los precios eran tan bajos, gracias a las renovables, que no les salía a cuenta ponerlas en marcha.
El contraste de modelos energéticos ha sido muy evidente en el debate. “No hay ni un solo estudio serio que digan que las nucleares son imprescindibles en España. Puede que lo sean en otros países. Pero en España el futuro es la hidroeléctrica, la solar, la eólica. Esto lo dicen los expertos, la UE, y los inversores extranjeros, que no son comunistas y apuestan por esas fuentes. El futuro energético de España o es verde o no será”, ha rematado Sánchez en el discurso más extenso y más detallado de defensa de las renovables que Sánchez ha pronunciado en el Congreso. Mientras, Feijóo apostaba por otro mix y criticaba la apuesta excesiva por renovables. “Se ha esforzado tanto en ser los más verdes del mundo que han llevado a los españoles a negro. Su obligación es aceptar que su modelo energético ha fallado. ¿Tuvo que mendigar energía nuclear a Francia, hay mayor reconocimiento de fracaso?“, ha espetado.

El presidente argumenta su modelo no con cuestiones no ideológicas, sino sobre todo de eficacia económica y resultados. Con el modelo del PP, explica el presidente, España gastaba 42.500 millones de euros al año en importar petróleo y gas. “El doble de lo que gastamos en prestaciones por desempleo y ocho veces más que en educación. Y además teníamos los precios de energía más caros de Europa, con facturas mucho más altas por un modelo ideológico de interés para unos pocos. Esto nos impedía traer inversión extranjera. Hoy España tiene una de las electricidades más baratas de Europa. No vamos a desviarnos ni un milímetro de la hoja de ruta. Las renovables no son solo el futuro, son la única manera de reindustrializar España”, ha rematado Sánchez.
El pleno estaba convocado para hablar del aumento del gasto en defensa, y el presidente y los portavoces también están dedicando tiempo a esta cuestión, en especial los de la izquierda, como Sumar, miembro de la coalición, que ha rechazado esta decisión del PSOE que no apoya el socio minoritario. Pero el apagón se ha llevado el foco principal porque la oposición está planteando que es la prueba del fracaso del Gobierno y Sánchez defiende lo contrario: que ha sido una demostración clara de que España “es un país extraordinario”. Porque lejos de entrar en el caos, el comportamiento social fue ejemplar e incluso se redujeron los delitos, y el sistema demostró que podía recuperarse en unas horas, mientras en otros países con apagones similares hizo falta varios días. El apagón recupera así un viejo debate sobre el propio funcionamiento de España. “Muy pocas sociedades hubieran respondido mejor que la nuestra“, clama Sánchez. ”España funciona muy bien en todo lo que no tiene que ver con el Gobierno”, le responde Feijóo.

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