Cientos de manifestantes respaldan a Irene Montero en Lavapiés ante la amenaza de boicot a la presentación de su libro

La ultraderecha amenazó y Lavapiés ha respondido. En la tarde de este viernes, más de 200 manifestantes antifascistas se han plantado a las puertas de la Taberna Garibaldi, para blindar la presentación del libro de la exministra y eurodiputada Irene Montero Algo habremos hecho, ante la amenaza de Daniel Esteve, líder del grupo ultra Desokupa, de acudir con su séquito a sabotearla. “Fuera fascistas de nuestros barrios”, coreaban los asistentes, que abarrotaron la calle del Ave María, en el corazón del céntrico barrio madrileño. Al final los ultras no aparecieron, pero el movimiento antifascista aprovechó el momento para revitalizarse y reivindicar su causa a favor del barrio, en contra de los grupos neonazis y contra la masificación voraz.

Irene Montero apareció sobre las 19.00, acompañada de Ione Belarra, secretaria general de Podemos, y de Laura Arroyo, periodista que haría la presentación del libro. “Hay que reconocer que aquí también hay mucha gente que no venía a esta presentación y que ha venido aquí para dar una respuesta antifascista, popular, a estas bandas de neonazis que están haciendo negocio echando a la gente de sus casas en el momento en el que más necesita la protección de sus vecinos”, ha dicho Montero a las puertas de la taberna, aclamada por los asistentes.

Además, la eurodiputada ha tildado a Desokupa de ser “el brazo militarizado del fascismo político” y una organización que “va a por la gente que lucha por avanzar en derechos”. Montero ha condenado la labor de desocupación del grupo, acusándole de “ir a por la gente más pobre” y de “echarles de sus casas cuando más se necesita tener un hogar”. Ha concluido la lista de perseguidos de Esteve incluyendo a “la gente de Podemos, los sindicatos y las organizaciones de personas migrantes”.

Días atrás, Esteve había proferido su amenaza a través de las redes sociales y el anuncio terminó generando una ola de solidaridad con la exministra. Montero ha cuestionado que el líder de Desokupa pueda proferir abiertamente amenazas y goce de impunidad. “Estas bandas de neonazis, como Desokupa, deberían estar ilegalizadas y debería penarse especialmente que hagan lucro con la persecución de la gente más vulnerable y sembrando odio”, ha reclamado. Y en medio de aplausos y vítores ha reafirmado: “Hay que reconocer el orgullo antifascista del barrio de Lavapiés”.