He analizado cuatro parrillas eléctricas y te cuento cuál es la mejor

La mejor parrilla eléctrica:

Nuestra experta ha elegido el modelo Mellerware Hotty! que destaca por ofrecer la mejor calidad de fabricación, placas basculantes y selector de temperatura, una característica que el resto no ofrece. Sus resultados son los mejores.

Las parrillas eléctricas se han consolidado como una opción ideal para quienes buscan una forma de cocinar más saludable, práctica y versátil. Y es que permiten asar, dorar, tostar o preparar alimentos a la plancha sin necesidad de utilizar grasas adicionales, manteniendo el sabor y la textura deseada en cada plato.

En un mercado con una gran variedad de modelos, hemos seleccionado aquellas propuestas que destacan por su funcionalidad y facilidad de uso. Todas comparten tres características esenciales: un tamaño compacto, perfecto para trasladarlas y usarlas en espacios como terrazas o exteriores; un sistema de funcionamiento eléctrico; y una superficie de cocción estriada, típica de las parrillas tipo grill. Este diseño con relieves no solo aporta las ‘marcas clásicas’ del asado, sino que también intensifica la cocción, potenciando los sabores. Además, ayuda a que los alimentos se sellen más rápido y conserven mejor sus jugos naturales.

Así hemos elegido y probado los productos

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, el siguiente paso fue fijar un presupuesto máximo de 70 euros y seleccionar cuatro marcas reconocidas por el público: Mellerware, Moulinex, Ufesa y Tefal. Con estas parrillas eléctricas, y a lo largo de las últimas semanas, he preparado distintos alimentos como pollo, pavo, hamburguesas, langostinos, espárragos trigueros…

Los aspectos que he valorado en cada uno de los análisis han sido los siguientes:

• Diseño: además de la facilidad para trasladarla de un lugar a otro, he valorado calidades de fabricación y acabados.
• Potencia: una potencia adecuada hace que los alimentos se cocinen y se preparen adecuadamente, se reduce el tiempo de cocción, la comida se sella mejor…
• Limpieza: es preferible que las placas sean desmontables. De este modo, resulta mucho más fácil y cómodo realizar la limpieza.
• Experiencia de uso: este criterio hace referencia a la calidad y rendimiento del electrodoméstico, cómo quedan los alimentos en cuanto a sabor y textura, si alcanza temperaturas óptimas y cómo se reparte el calor durante la cocción.

Con placas basculantes: Mellerware Hotty!

Para quién es: si necesitas una parrilla eléctrica que se abra 180°, y además te permita ajustar la temperatura de los alimentos, ¡sigue leyendo!

Por qué lo hemos elegido: como me ha ocurrido con el resto, nada más sacarla de su caja, transmite una sensación de solidez y buena presencia, y tiene un diseño en acero inoxidable que refleja su alta durabilidad y resistencia. Uno de sus puntos fuertes es su potencia de 2.200 vatios. Durante los días de prueba, la he utilizado para preparar desde cortes gruesos de carne hasta verduras como calabacín o berenjena, pasando por sándwiches y pan rústico. Dejando a un lado la velocidad de calentamiento —que es, por cierto, muy rápida—, lo importante es el resultado: los alimentos quedan bien hechos por dentro, jugosos y con una superficie bien marcada. En el caso del pan, me ha sorprendido lo crujiente y tostado que resulta.

Otro punto destacable es que cuenta con un selector de temperatura ajustable mediante una rueda giratoria. No tiene niveles predefinidos, pero su control progresivo me ha facilitado ‘afinar’ el calor según el tipo de alimento. Además, incluye dos indicadores luminosos, uno que señala que el equipo está encendido y otro que indica cuándo se ha alcanzado la temperatura seleccionada, algo habitual en este tipo de electrodomésticos. El detalle que marca la diferencia es la presión que ejercen sus placas basculantes que se adaptan a los distintos grosores de alimentos. Este sistema permite que el contacto sea uniforme en toda la superficie, evitando que una parte del alimento quede más cocinada que otra.

Por último, su diseño de apertura 180° permite abrirla completamente y usarla como una plancha doble, lo que amplía enormemente la superficie de cocinado y convierte este dispositivo en una opción versátil tanto para el día a día como para ocasiones con varios comensales.

Sus puntos débiles: nada importante a reseñar.

Admite almacenaje tanto horizontal como vertical: Tefal GC241D

Para quién es: usuarios que buscan una parrilla eléctrica sencilla, funcional y con la potencia suficiente para el uso diario, ideal para cocinar de forma rápida y sin complicaciones.

Por qué lo hemos elegido: nada más sacarla de la caja, ofrece una buena impresión. Su estructura metálica en acero inoxidable le da un aspecto robusto y un acabado que, aunque sencillo, transmite durabilidad. Además, su peso —en torno a los tres kilogramos— me ha permitido moverla con facilidad y guardarla sin esfuerzo, incluso en posición vertical, lo que es un plus en cocinas con poco espacio.

La potencia de 2.000 W es adecuada para alcanzar una temperatura alta en pocos minutos. Durante las pruebas, no tuve que esperar mucho para que estuviera lista. Preparé distintos alimentos —como pollo, pavo o espárragos trigueros, entre otros— y en todos los casos el calor fue constante y eficaz, logrando un dorado exterior correcto y una buena textura.

Las placas acanaladas cuentan con un revestimiento antiadherente que funciona bien: los alimentos no se pegaron durante la cocción y, aunque no son desmontables, la limpieza de la grasa residual no me supuso ningún problema con papel de cocina y un paño húmedo. En cuanto a los controles, su diseño es extremadamente simple: solo cuenta con un interruptor de encendido/apagado y una luz piloto que indica cuándo está en funcionamiento.

Sus puntos débiles: la ausencia de un regulador de temperatura es una de sus principales limitaciones. Esta falta de control obliga a vigilar más de cerca ciertos cortes o alimentos delicados, ya que no es posible adaptar el calor a las necesidades de cada receta.

En rojo intenso. Ufesa Grill Fuji PR1000

Para quién es: para quienes valoran un diseño funcional y apertura total, esta opción resulta interesante.

Por qué lo hemos elegido: a pesar de que su carcasa en color rojo intenso no pasa desapercibida, lo más destacable de su diseño es, sin duda, su apertura de 180°: gracias a ello, he podido usar (cuando lo he necesitado) ambas placas simultáneamente, como si fuera una plancha abierta. Incorpora, en este caso, una palanca de desbloqueo de la bisagra ubicada en el lateral derecho que permite abrir completamente la parrilla y dejar ambas superficies extendidas sobre la encimera. Este modo abierto facilita la limpieza dado que las placas no son desmontables. Al quedar totalmente accesibles, se limpian de forma más cómoda con una espátula o paño húmedo, siempre esperando a que el aparato se enfríe.

En cuanto a los controles, opta por la simplicidad. No dispone de selector de temperatura ni de interruptor de encendido/apagado, por lo que su funcionamiento es completamente automático: al enchufarla, comienza a calentar, y los indicadores luminosos informan de cuándo el electrodoméstico está encendido y cuándo ha alcanzado la temperatura de funcionamiento.

Con una potencia que se sitúa un escalón por debajo frente a otros modelos de parrillas eléctricas, se nota por ejemplo en el tiempo de calentamiento y la distribución del calor; cumplió razonablemente bien al preparar sandwiches, verduras cortadas muy finas y carnes con un corte también fino.

Sus puntos débiles: no integra una bandeja recogegrasas, por lo que es más propensa a goteos o derrames. Con ingredientes de alto contenido graso, la limpieza requiere mayor dedicación. Tampoco está pensada para quienes buscan un control preciso de la temperatura o desean cocinar piezas gruesas o recetas exigentes.

Made in France: Moulinex GI270D10

Para quién es: opción idónea para quienes buscan una parrilla eléctrica para dos personas.

Por qué lo hemos elegido: no está pensada para un sellado exprés ni para resultados inmediatos con piezas de carne gruesas. Sin embargo, si buscas una solución práctica para cocinar alimentos cotidianos, cumple con creces. Durante las pruebas, la velocidad de calentamiento fue correcta: en unos 3 a 4 minutos alcanza una temperatura media-alta, suficiente para la mayoría de preparaciones. Eso sí, en el caso de alimentos más gruesos —como una pechuga de pollo o un entrecot —, requiere que se invierta algo más de tiempo para conseguir una cocción uniforme sin que el exterior quede reseco.

El pan queda dorado y con un pequeño toque crujiente por fuera, sin zonas quemadas ni partes blandas, gracias a que el calor se reparte de forma bastante homogénea entre las placas.

Con una tapa revestida en acero inoxidable cepillado que le aporta una apariencia elegante y profesional, los acabados están bien terminados para el precio que marca. En cuanto a su tamaño, es la más compacta de todas, ideal para cocinas pequeñas o para consumidores que no quieren otro electrodoméstico voluminoso ocupando espacio en la encimera. Pese a su tamaño contenido, la superficie de cocinado es suficiente para dos raciones simultáneas: por ejemplo, una pechuga de pollo y unas rodajas de calabacín, o dos sándwiches medianos.

Otros modelos de parrillas eléctricas interesantes

Si estás buscando una parrilla eléctrica con placas desmontables

El modelo Bosch TCG3302 cumple con esta característica. Además, ofrece las siguientes prestaciones de interés: potencia de 2.000 W, termostato regulable y recogecables.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 19 de junio de 2025.

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