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He probado los mejores enfriadores de botellas para este verano

Analizo y comparo cuatro productos disponibles en Amazon que se colocan alrededor del cuerpo de una botella o lata para mantenerla bien fría

Probamos los mejores enfriadores de botellas. GETTY IMAGES.
Lucía García

El mejor enfriador de botellas

Nuestra experta ha escogido el modelo PRIMØ germany como ganador de la comparativa gracias a su combinación de estética con practicidad que garantizan que las botellas se mantengan frías durante horas.

¿Existe algo peor que beberse una cerveza o una copita de vino caliente en verano? Si eres de los que, como a mí, nos gusta disfrutar de la bebida bien fría cuando el calor aprieta, estos enfriadores de botellas se convertirán en tus mejores amigos. Y es que estos productos, que se colocan alrededor del cuerpo de botellas o latas, las mantienen a una temperatura óptima para poder beberlas sin prisas y sin miedo a que se calienten. En esta comparativa he probado cuatro enfriadores de botellas para comprobar cuál es el mejor de Amazon.

Cómo hemos elegido y probado los productos:

He dedicado varias semanas a probar los productos que participan en esta comparativa. Para ello, las he utilizado tanto en mi casa, en el día a día, como varios findes en los que fui de barbacoa y a comer al campo. Como todos ellos pueden transportarse cómodamente, pude llevarlos conmigo y probar sus funciones en estos lugares para enfriar tanto botellas de vino como litros de cerveza. Además, a la hora de analizarlos y valorarlos he tenido en cuenta los siguientes aspectos:

Hasta seis horas de enfriamiento: PRIMØ germany enfriador

Hasta seis horas de enfriamiento.
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Para quién es: quien busque un enfriador de buena calidad y por un buen precio.

Por qué lo hemos elegido: lo primero que me llamó la atención fue su diseño: elegante y con un acabado mate metalizado. Es un enfriador que se siente más como un accesorio de diseño que como un simple recipiente para mantener el vino frío. Lo estrené en una cena informal con amigos y, desde entonces, ha pasado a ser uno de esos objetos que incluso a menudo dejo sobre la mesa porque estéticamente me parece bonito. Además, es ligero, fácil de limpiar (con un paño húmedo basta) y no gotea nada.

En cuanto a su rendimiento, el cuerpo está hecho completamente de acero inoxidable de doble pared, lo que aísla bastante. No necesita hielo, lo cual es más cómodo porque no hay que estar preocupándose de añadírselo; simplemente sacas la botella del frigorífico, la colocas dentro del enfriador, y el vino se mantiene frío durante horas. Hay que tener en cuenta que no enfría por sí mismo, ya que este tipo de enfriador está pensado para mantener la temperatura, no para bajarla. Si metes una botella del tiempo, saldrá del tiempo. En mi caso, en una tarde de primavera en la que hacía bastante calor, con la mesa al sol indirecto, aguantó una botella de albariño sin problemas durante más de dos horas a buena temperatura.

En resumen, el enfriador PRIMØ Germany no es solo un accesorio bonito, sino que realmente cumple su función. No tiene grandes complicaciones, pero eso es precisamente parte de su encanto: mantiene el vino frío, queda bien en cualquier ambiente y no hay que preocuparse de tener que enfriarlo previamente o de introducir en el hielo.

Sus puntos débiles: nada reseñable.

Ficha técnica

  • Dimensiones: 20 x 13 cm
  • Peso: 500 gr
  • Capacidad: botellas de 0,75 litros
  • Materiales: acero inoxidable de doble pared

Aspecto sobrio y elegante: WMF Manhattan

Aspecto sobrio y elegante.
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Para quién es: aquellos que quieran un enfriador de botellas estético y tengan buen presupuesto para comprarlo.

Por qué lo hemos elegido: este enfriador tiene un diseño clásico y elegante, con menos detalles que el anterior pero igualmente estético. Está hecho de acero inoxidable Cromargan, que garantiza su durabilidad y su resistencia ante posibles caídas. Lo utilicé por primera vez en una comida familiar al aire libre. Metí una botella de vino en la nevera durante unas horas, y después la pasé directamente al enfriador. La verdad es que me sorprendió lo bien que mantuvo el frío: durante más de una hora la botella siguió a una temperatura perfecta para servir. Al igual que el modelo anterior, su doble pared de acero hace un trabajo bastante eficaz aislando la temperatura interior de la exterior.

Un punto a favor es que se adapta sin problemas a la mayoría de botellas estándar de vino y cava, aunque con algunas botellas más anchas (tipo prosecco o ciertas botellas de espumoso que tiene una base más grande) puede quedar un pelín justo. Además, no gotea ni deja marcas en la mesa, lo cual me parece esencial para no tener que andar con posavasos o servilletas por debajo. En líneas generales sus funciones y prestaciones son prácticamente iguales que las del modelo ganador de la comparativa, aunque quizás aguante menos la temperatura y es más caro.

Sus puntos débiles: precio demasiado elevado.

Ficha técnica

  • Dimensiones: 19,5 x 12 cm
  • Peso: 730 gr
  • Capacidad: botellas de 9 cm de diámetro
  • Materiales: acero inoxidable de doble pared

Aspecto simple pero práctico: Vacu Vin

Aspecto simple pero práctico.
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Para quién es: aquellos que quieran un modelo simple y económico.

Por qué lo hemos escogido: este enfriador de botellas es similar a los modelos anteriores, pero con una estética más simple y con un revestimiento de plástico negro con acabado brillante. Al ser de este material, no tiene la elegancia del acero inoxidable de los otros modelos más caros, pero es más económico e igualmente práctico, ligero y no ocupa mucho espacio.

Utiliza un sistema sencillo, pero eficaz: el enfriador trae una funda interior de gel que se guarda en el congelador y, una vez fría, se coloca dentro de la carcasa rígida. Metes la botella, y en menos de 15 minutos ya puedes empezar a servir. En mi caso, lo usé con una botella de verdejo recién sacada de la despensa (a temperatura ambiente) y en menos de un cuarto de hora estaba lo suficientemente fresca como para beberla a gusto. También lo probé con una litrona de cerveza previamente refrigerada y la experiencia fue buena. Uno de los puntos que me gustaron de este modelo es la versatilidad. A diferencia de los enfriadores metálicos de doble pared, este sí baja la temperatura de una botella caliente, lo cual lo convierte en un salvavidas para cuando se nos olvida meter el vino en la nevera con antelación. Además, el gel mantiene la temperatura durante bastante rato: en una cena de dos horas, la botella se mantuvo perfectamente fresca hasta que la acabamos.

La funda de gel hay que acordarse de devolverla al congelador después de cada uso, algo que puede resultar un poco incordio, en comparación con los modelos de doble cara que no requieren de ninguna acción previa. En definitiva, el Vacu Vin no es el enfriador más bonito, pero es eficaz, rápido y fácil de usar.

Sus puntos débiles: requiere meter su funda de gel al congelador con antelación.

Ficha técnica

  • Dimensiones: 15 x 21 cm
  • Peso: 600 gr
  • Capacidad: botellas de 9 cm de diámetro
  • Materiales: plástico y bolsa de gel para el interior

En forma de bolsa: HI FINE CARE

En forma de bolsa.
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Para quién es: quien busque una solución muy económica.

Por qué lo hemos elegido: este enfriador es bastante diferente a los tres modelos anteriormente analizados y, precisamente por eso, decidí probarlo para comparar sus características. El dispositivo es básicamente una funda rígida, con una capa interior de gel refrigerante que se extrae y se mete al congelador. Lo primero que me gustó fue que se ajusta bien a la botella, sin quedar flojo, y que el gel cubre bastante bien toda la superficie. La sensación es que está pensado para enfriar rápido y de forma uniforme. Además, me gustó que en el pack vinieran dos, ya que así pueden enfriarse varias botellas a la vez.

La primera prueba fue con una botella de vino que estaba a temperatura ambiente. Metí el gel en el congelador durante unas horas (mejor hacerlo con antelación), lo coloqué dentro del cuerpo del enfriador y, al insertar la botella, en tan solo unos 10-12 minutos ya se notaba que el vino había bajado unos grados y, en unos 20, estaba en su punto ideal. No gotea, no moja la mesa, y no necesitas añadir nada más. Para una cena o un pícnic, funciona de maravilla.

Además, es muy ligero, fácil de guardar y tiene un diseño compacto que se agradece si no tienes mucho espacio. Lo mejor es que, al ser una estructura cerrada, ayuda a conservar la temperatura durante bastante tiempo. En mi caso, lo dejé durante casi dos horas en la mesa y la botella se mantuvo perfectamente fresca. Pero no todo son puntos positivos, ya que por ejemplo el gel tarda varias horas en congelarse por completo, así que hay que tener cierta previsión antes de usarlo. Además, la funda interior no se puede dejar permanentemente dentro del enfriador, lo que implica estar montándolo y desmontándolo cada vez. Y aunque cumple con lo prometido, el exterior es de plástico, lo que le da una estética más funcional que elegante. En resumen, creo que es un modelo práctico y pensado sobre todo para aquellos que no quieren invertir mucho dinero.

Sus puntos débiles: el gel tarda en congelarse y la bolsa exterior no puede almacenarse en el congelador.

Ficha técnica

  • Dimensiones: ‎23,7 x 16,2 x 3,5 cm
  • Peso: 280 gr
  • Capacidad: botellas de 9 cm de diámetro
  • Materiales: funda rígida de plástico con revestimiento de gel

Otro modelo de enfriador de botellas interesante

Si estás buscando una funda de gel

Esta hay que colocarla en el congelador seis horas antes de proceder a usarla y funciona con diferentes tipos de botellas, como de vino, de cava, de sidra o, incluso, de champán. Este accesorio incluye una capa aislante gracias al gel que emplea y una goma elástica para dar cobijo con seguridad a una botella voluminosa, de un diámetro de hasta 9 cm.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 4 de junio de 2025.

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Sobre la firma

Lucía García
Periodista especializada en los sectores tecnológico y educativo. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, actualmente compagina el análisis de productos y elaboración de comparativas para EL PAÍS Escaparate con su labor como redactora y 'community manager' en EDUCACIÓN 3.0.
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