Siete ciudades de la Grecia antigua que no son Atenas
Embárcate en un viaje hacia el pasado más glorioso de Grecia, estas son las ciudades que no deberías perderte si te gusta la historia


Grecia es mucho más que Atenas, y, aunque nos encanta visitarla una y otra vez, en este viaje vamos a tenerla solo como referencia, porque vamos a conocer otras de las ciudades más importantes de la cultura griega, que un día alcanzaron la gloria por su riqueza o por su situación estratégica en el mar.
Quizá te guste saber que este viaje también lo puedes hacer realidad gracias a EL PAÍS Viajes. Eso será el próximo 18 de septiembre de 2025, y contarás con la experiencia del arquitecto y escritor Álvaro Planchuelo, quien durante 11 días descubrirá estas y otras localizaciones en un viaje histórico y mágico que irá desde Troya hasta Creta. ¡Apúntate y no te quedes sin plaza!

Creta, cuna de civilizaciones antiguas
Creta es la isla más grande de Grecia y la quinta más grande del Mediterráneo, y un lugar imprescindible para empezar este viaje en busca de los vestigios de civilizaciones antiguas. Además, sus bellas playas nos harán el recorrido mucho más agradable. Su ubicación estratégica la convirtió en un lugar codiciado en el mapa. A lo largo de los siglos, minoicos, micénicos, turcos otomanos, árabes y venecianos han dado forma a la identidad de la isla en 50 siglos. ¿Qué no debes perderte en una visita a Creta? Por supuesto, los palacios minoicos en Cnosos, Festos, Malia y Zakros; los sitios arqueológicos de la antigua Gortina, Eleftherna, Lyttos, Aptera, Falasarna, Spinalonga; los puertos venecianos en las ciudades de Chania, Heraklion y Rethymno; los monumentos otomanos y las estructuras arquitectónicas que se ven en toda la isla; los monasterios históricos de Arkadi, Preveli, Toplou, Agarathou y Chrysoskalitissa; numerosos museos temáticos como el Museo Arqueológico de Heraklion, que es uno de los más importantes de Europa.

Rodas, historia en el mar Egeo
Situada en el mar Egeo, en el archipiélago del Dodecaneso, esta isla griega es la cuarta más grande en extensión. Una joya con historia centenaria: su florecimiento se remonta al siglo IV antes de Cristo, cuando se erigió el famoso coloso de Rodas —una de las siete maravillas del mundo antiguo—, y una gran estatua del dios sol griego Helios, realizada por el escultor Cares de Lindos en el 280 antes de Cristo.
La capital de la isla destaca por su zona medieval —inscrita en la lista de patrimonio mundial de la Unesco—, pero, tanto la misma ciudad como la isla, cuentan con distintos lugares donde aún se puede ver el pasado de la Grecia antigua. Hablamos, por ejemplo, de su acrópolis, construida en el monte Smith. En ella aún se pueden conocer los restos de un estadio, ahora rehabilitado para actividades culturales, un teatro, el templo de Apolo Pitio y un gimnasio. Mientras que de Rondini, en el lado sur de la ciudad de Rodas y hoy un parque muy visitado, se dice que fue la sede de la antigua Escuela de Retórica de Rodas, donde se formaron personalidades de renombre como Julio César y Cicerón.
También se puede conocer el antiguo estadio, el Odeón y el templo de Pitio Apolo, en la colina de Agios Stefanos. No te pierdas el Museo Arqueológico de Rodas, y la antigua Lindos, que fue una ciudad-Estado rica y poderosa. Cuenta con una imponente acrópolis encaramada que da testimonio de su glamuroso pasado.
Hay que recordar que Rodas contaba con tres ciudades importantes: Lindos, Kamiros y Lalysos (Trianda); de esta última, no te pierdas la acrópolis situada en la colina de Filerimos, verás impresionantes monumentos como el templo de Atenea Lindia.

Esparta, el reino de Menelao
¿Se puede visitar la antigua Esparta? Algo sí, por supuesto. Rodeada por los montes Taigeto y Parnón, Esparta fue el reino de Menelao y su bella reina, la más hermosa de todas las mujeres mortales de su época, Helena. Pero Afrodita le había prometido a Paris de Troya la mujer más hermosa de la tierra a cambio de un favor, así que el príncipe troyano fue a Esparta a reclamar su trofeo. Raptó a Helena y regresó a su patria. Menelao quería recuperar a su esposa y convenció a todos los reyes de Grecia para que lucharan contra los troyanos. Así comenzó la guerra más célebre de todas: la guerra de Troya.
Para conocer más sobre su historia recomendamos, sobre todo, visitar el Museo Arqueológico de Esparta, cuyas exposiciones abarcan desde el neolítico hasta la época romana tardía.
En la entrada de la nueva ciudad, la estatua del rey Leónidas I, héroe que plantó cara a los persas en las guerras médicas, te dará la bienvenida. Y si quieres viajar al pasado, tendrás que salir de la zona urbana y llegar hasta su acrópolis. Allí podrás ver los restos del santuario dedicado a Artemisa, el templo de Atenea, y lo que queda del teatro de la época helenística.

Corinto, una ciudad rica y fértil
Corinto tiene algo especial; así, a simple vista, nos apetecería perdernos por las playas del golfo de Corinto y el de Sarónico, pero hay mucho más, sobre todo si queremos conocer lo que queda de la Grecia antigua. La ciudad de san Pablo apóstol se remonta a la historia y aparece en la mitología griega, aunque con otro nombre, el de Ephyra. En la Ilíada, Homero ya la describe como una ciudad rica por la fertilidad de sus tierras. En el siglo VIII antes de Cristo se fundaron colonias corintias, como Corfú en el mar Jónico y Siracusa en Sicilia, que desempeñaron un papel importante en la historia del mundo mediterráneo antiguo. Sin embargo, a partir de finales del siglo VI antes de Cristo el ascenso de Atenas y su dominio en la producción de cerámica y el comercio mediterráneo redujeron su influencia.
Corinto es generosa en sus monumentos históricos, hay mucho por ver (y no todo pertenece a la época de la Grecia antigua, por supuesto): la antigua Corinto se encuentra al pie norte de la colina de Acrocorinto, alrededor del templo de Apolo. Las excavaciones que se han llevado a cabo han sacado a la luz un bazar romano, templos, fuentes, galerías, baños, etcétera. También hay que llegar hasta el antiguo puerto de Kereon y la importante ciudad de Tenea, y el Museo Arqueológico de Corinto donde se pueden encontrar numerosos objetos y la historia completa de la ciudad.

Olimpia y los Juegos Olímpicos
En el Peloponeso occidental, en el llamado “valle de los dioses”, la antigua Olimpia se convirtió en el lugar sagrado más célebre de la antigua Grecia y la cuna de los Juegos Olímpicos, el evento deportivo más importante de la antigüedad. A partir del año 776 antes de Cristo, todos los griegos se unían cada cuatro años y se suspendían todos los conflictos para que todos pudieran participar en estos juegos. Olimpia es ahora, como lo fue en el pasado, un destino famoso, un monumento emblemático de renombre mundial. Según la Unesco, probablemente no exista en el mundo actual un sitio arqueológico antiguo más relevante que Olimpia. El estadio de Olimpia, donde se celebraban los antiguos Juegos Olímpicos, y el enorme templo de Zeus, el más grande del Peloponeso, son las atracciones más importantes que puedes visitar aquí.

Delos, la isla de los dioses
Según la mitología este fue el lugar donde Leto dio a luz a Apolo y Artemisa, escondida, eso sí, de Juno, la esposa de Zeus, que quería vengarse porque sabía que esos dos hijos que llevaba en su vientre eran de su esposo. Esta isla flotante en el mar Egeo, desde entonces, quedó como lugar venerado desde la antigüedad, y la verdad es que bello es.
Cuando terminaron las guerras médicas, las ciudades-Estado griegas firmaron una alianza que las unía de futuras amenazas, la fundación de la Liga de Delos. ¿Por qué? Porque aquí se reunían y aquí tenían un tesoro, aunque este finalmente acabó en la Acrópolis. Decidieron también despoblar la ciudad de Delos, pero luego se arrepintieron y construyeron el templo de Apolo. En el santuario de Delos se alzaban dos templos más de Apolo. Uno de ellos, sin acabar, contaba con 19 espectaculares estatuas de leones de mármol, la conocida como Terraza de los Leones, que aún sigue en pie. Estas estatuas custodiaban el santuario y también a los visitantes que venían hasta aquí cada cinco años para celebrar el festival de Delia.

Delfos y el oráculo más famoso de Grecia
No podía faltar en esta lista de ciudades importantes de la Grecia antigua, Delfos. Al pie del monte Parnaso, se encuentra el santuario panhelénico de Delfos, que albergaba el oráculo más famoso de la antigua Grecia. Según la mitología, aquí se encontraron las dos águilas enviadas por Zeus desde los confines del universo para encontrar “el ombligo del mundo”, el nombre por el que se le conoce popularmente. El santuario de Delfos, enclavado en un paisaje espectacular, fue durante siglos el centro cultural y religioso, y símbolo de unidad del mundo helénico. Las investigaciones arqueológicas empezaron en 1860 y no terminaron hasta el siglo pasado. El yacimiento arqueológico de Delfos, que hay que visitar sí o sí, incluye dos santuarios, dedicados a Apolo y Atenea, y otros edificios, principalmente destinados a la práctica deportiva.
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