Seis templos de Tailandia que no te puedes perder
A los imprescindibles de Bangkok, en Chiang Rai, Ayutthaya y Chiang Mai esperan otras joyas arquitectónicas que mezclan cultura, tradición, arte e historia


No es ningún secreto que Tailandia es el país de las sonrisas, pero bajo nuestro punto de vista también podría ser el país de los templos, ya que está repleto de ellos. Es más, algunos son verdaderos lugares de peregrinaje para el turista, por ser conocidos a nivel mundial, y es que hablamos de auténticas joyas arquitectónicas que mezclan cultura, tradición, arte e historia. Así que, si vais a viajar a Tailandia, considerad reservar una parte importante de vuestro tiempo para visitar estos lugares, tan emblemáticos como sorprendentes.
¿No sabéis por cuál empezar? No hay problema, os hemos preparado una lista con nuestros imprescindibles, aunque hay muchos (que desplegamos en nuestra guía de Tailandia).
Wat Phra Kaew (templo del Buda Esmeralda), en Bangkok
Ubicado en el corazón de la capital tailandesa, dentro del majestuoso Gran Palacio, este templo budista es el más importante de Tailandia. Fue construido en 1782, y su principal característica es que alberga el venerado Buda Esmeralda, una estatua tallada en jade de 66 centímetros y en posición de meditación, que data del siglo XV. Algo muy curioso de este templo es que el Buda Esmeralda, protegido por seis parejas de guardianes representados por demonios, cambia de vestimenta tres veces al año, coincidiendo con el invierno, el verano y la temporada de lluvias, y lo hace durante ceremonias dirigidas por el rey de Tailandia, que es el único que puede acercarse a él.

En este templo, además de admirar este pequeño gran Buda, podréis ver una recreación a escala del templo de Angkor de Camboya, además de un despliegue de murales y de estatuas doradas de todo tipo, en un entorno de arquitectura tailandesa tradicional con tejados multicolores y mucho pan de oro.
Entrar al Gran Palacio, y por lo tanto, a este templo, cuesta alrededor de 500 bats (un poco más de 13 euros, al cambio actual). Por cierto, cuidado con los estafadores en las inmediaciones del mismo. Algunos pretenden hacer creer que el Gran Palacio está cerrado y os invitan a subir en su tuktuk y llevaros de tiendas, con las que, por supuesto, van a comisión.
Wat Pho (templo del Buda Reclinado), en Bangkok
Tan solo unos 10 minutos a pie separan este templo del anterior. Hablamos del Wat Pho, uno de los más antiguos de Bangkok, y es que data incluso de antes que esta ciudad se convirtiera en la capital del país. ¿Por qué es famoso? Por albergar en su interior una gigantesca estatua de un Buda reclinado de 46 metros de largo y 15 metros de altura, y por ser el primer gran centro de educación pública de Tailandia (fue también el primer centro de formación en medicina tradicional y masajes tailandeses). Además, algo que no mucha gente sabe es que allí encontraréis una de las escuelas de masaje más prestigiosas del país, donde se puede recibir un auténtico masaje tailandés.

Además del Buda reclinado, id a visitar el resto de rincones del templo, donde se encuentran los chedis (estupas) decorados y otros lugares menos transitados, pero igual de hermosos. La entrada a este templo cuesta 300 bats (unos 8 euros).
Wat Arun, en Bangkok
Nos quedamos en Bangkok para visitar el templo budista Wat Arun, también conocido como el templo del Amanecer o de la Aurora, construido en el siglo XVII y convertido en uno de los más icónicos y fotografiados, y es que se ubica en la orilla oeste del río Chao Phraya, frente al Gran Palacio y el Wat Pho.

A pesar de que en su día albergó al Buda Esmeralda, este se trasladó a su actual ubicación en 1784, por lo que en la actualidad su clara protagonista es una torre (prang) decorada con miles de fragmentos de porcelana china y conchas marinas que la hacen resplandecer, más si cabe, durante el amanecer y el atardecer. Esta torre representa el Monte Meru —centro del universo en la cosmología hindú y budista—, y es posible subir hasta su cima para disfrutar de vistas panorámicas del río, el Gran Palacio y la ciudad en general.
Entrar cuesta 100 bats (unos 2,60 euros), que bien merecen la pena tanto por su valor religioso como por su belleza arquitectónica. Además, está en una ubicación privilegiada, por lo que es uno de los lugares imprescindibles para cualquier visitante.
Wat Rong Khun (templo Blanco), en Chiang Rai
Si bien los templos anteriores tienen como protagonista a Buda en diferentes expresiones, a pesar de que en este templo también está presente, no es lo que más llama la atención de él… El templo Blanco de Chiang Rai, ubicado a unos 14 kilómetros al sur de la ciudad, se caracteriza por dos cosas: su impoluto color blanco (que representa la pureza de Buda) y el surrealismo de todas las figuras y murales que lo decoran, que mezclan iconografía budista con elementos modernos. ¿De qué tipo? Pues digamos que podéis encontrar desde una representación de la caída de las Torres Gemelas de Nueva York hasta un Minion o superhéroes varios.
También impresiona su entrada, a lo largo del puente de las “manos del infierno”, que es uno de sus puntos más fotografiados y está compuesto por cientos de manos que salen del inframundo implorando ayuda, como símbolo del sufrimiento que hay que alcanzar antes de llegar al Nirvana.

Este templo contemporáneo fue diseñado por el artista Chalermchai Kositpipat, y comenzó a construirse en 1997. Aunque no lo parezca, está sin terminar y se estima que esto ocurra en 2070. Pero no os dejéis llevar por este detalle, es perfectamente visitable (entrada, 1.000 bats; unos 26 euros).
Wat Mahathat (templo del Buda del Árbol), en Ayutthaya
Si vuestro viaje a Tailandia no va solo de playas o de la capital, seguro que visitáis Ayutthaya, a unos 80 kilómetros al norte de Bangkok y antigua capital del Reino de Siam. Una vez allí, reservad una visita al templo del Buda del Árbol, uno de los más importantes de la zona, no en vano, el complejo que lo recoge forma parte de la lista de patrimonio mundial de la Unesco desde 1991.
Este lugar, fundado en el siglo XIV, fue residencia del Patriarca Supremo del budismo, pero sufrió daños irreversibles, todavía apreciables, durante la invasión birmana del siglo XVIII. A pesar de que toda la zona es muy interesante a nivel cultural, es la cabeza de Buda envuelta (o protegida) entre raíces la que más fotos acapara de todo el complejo.

La entrada cuesta 50 bats por persona (1,30 euros) y es uno de los más visitados de esta lista de templos de Tailandia, por lo que es mejor hacerlo en las primeras o últimas horas del día, para poder disfrutar de él con tranquilidad.
Wat Phra That Doi Suthep, en Chiang Mai
Si hablamos de templos importantes en Tailandia, no podemos dejar atrás el Wat Phra That Doi Suthep, situado en la cima de la montaña Doi Suthep, a unos 15 kilómetros al oeste de Chiang Mai, al norte del país. Para llegar hasta arriba del todo tendréis que subir nada menos que 309 escalones atentamente vigilados por nagas, una suerte de seres mitológicos similares a las serpientes, o tomar un teleférico que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y los alrededores.

Este templo budista, de finales del siglo XIV, se ha convertido en un centro de peregrinación para los fieles de esta religión, ya que alberga reliquias del mismísimo Buda. Además, es característico por un impresionante chedi dorado, numerosas estatuas de Buda, santuarios, campanas y jardines, así como por una leyenda que cuenta que un elefante blanco que portaba las reliquias eligió ese lugar para morir.
La entrada cuesta 30 bats (80 céntimos), nada caro considerando su belleza arquitectónica y el significado cultural que tiene para el país y esta religión.
Consejos prácticos para visitar los templos
- Vestimenta. Es importante vestir de forma respetuosa, con hombros y rodillas cubiertos y evitando ropa ajustada o transparente. Llegado el caso, en algunos templos podréis incluso alquilar o adquirir (si es vuestro deseo) sarongs o pantalones.
- Descalzarse. Si veis un montón de zapatos amontonados en la entrada o en algún casillero destinado a ello, no es casualidad. En ocasiones, es costumbre descalzarse antes de entrar en los edificios principales, así que lo mejor será que os fijéis y hagáis lo que haga la mayoría.
- Respeto: mejor no enfadar a los monjes, así que nada de tocarlos ni señalar con los pies a las imágenes de Buda… y, ni que decir tiene, mejor hablar bajito.
- Fotografía. Os chocará no ver en foto el interior de ciertos templos, u otros lugares de los mismos, pero es que cada uno tiene sus normas y en alguno de ellos está prohibido sacar la cámara. Así que, antes de tomar una foto, es importante fijarse bien en la normativa de cada templo.
- Donaciones. Es habitual dejar una pequeña donación al visitar los templos. Suele hacerse en las urnas designadas, comprando flores o incienso para ofrecer.
A todas estas pistas siempre estará bien tener en cuenta que la mejor época del año para visitar Tailandia es entre los meses de noviembre y abril, cuando las temperaturas son más agradables y hay menos lluvias.
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