¡No lo lean!
Todo el mundo sabe que las personas más inteligentes son: hombres, heterosexuales y blancos (las tres cosas a la vez). ¿Hace falta aclarar esto?

Cayó en mis manos una publicación escrita por una chica, pequeñita y rosa (la publicación digo, y bueno la chica también). Sin atender al título me sumergí en su lectura, esperando que se me propusieran los típicos temas que interesan a las mujeres: Cómo hacer para que tu exnovio regrese a tu lado; diferencia entre las mechas balayage y las californianas; pantalones de tiro alto, ¿a quién le queda bien? Etcétera.
Sin olerme la tostada me sorprendió que la escritora no se expresaba de una manera sencilla y pícara (como cabía de esperar), sino que lo hacía con un lenguaje elaborado (utilizando incluso oraciones subordinadas) y con templanza, atemperando sus emociones. “Le habrá ayudado un hombre a escribirlo” pensé. Seguí leyendo y… ¡en qué momento!
Todo el mundo sabe que las personas más inteligentes son: hombres, heterosexuales y blancos (las tres cosas a la vez). ¿Hace falta aclarar esto? Uno escucha lo que dice, por ejemplo, Jordan Peterson y ¿qué más se puede añadir? De su boca salen verdades como puños, sin ambages; es un señor cimarrón y montaraz. Pues en este líbelo la autora se atreve a enmendarle la plana, ¿se lo pueden creer?
Aunque les cueste creerlo, queridos lectores, hay personas que se ofenden por cualquier cosa que leen, escuchan o ven. Su poca perspicacia, en algunos casos, o su piel fina, en otros, les hace propensos a la pataleta. No entienden las bromas de toda la vida y se erigen en paladines de minorías (supuestamente ultrajadas) sin que nadie se lo pida. Tienen un nombre: ofendiditos.
En este librito (que por cierto se llama así, Ofendiditos) escrito por Lucía Lijtmaer se les da cancha y se les justifica. Les pido, por favor, que no lo compren y, si lo compran, que no lo lean.
El ejemplar lo he quemado, pero antes le he dado unos buenos azotes.
Mensaje para Lucía Lijtmaer: Después de ver en Google algunos de tus looks concluyo que el color de pelo que más te favorece es el rubio platino porque envuelve tu cara como un halo de luz y hace que tus facciones se vean más frescas y jóvenes.
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