La nueva vida de ‘Chloe’ y Nadia de Santiago

DE NIÑA, Nadia de Santiago quería tener mascota. Pero no pudo. A los 9 años empezó a trabajar de presentadora en El submarino azul. A los 11 se estrenó como actriz. Y ya nunca dejó de actuar. “Mi madre también trabajaba, así que cuidar de un perro era imposible”, dice la candidata al Goya como mejor actriz revelación por Las 13 rosas (2007). Tampoco ahora le sobra el tiempo entre rodaje y rodaje, pero quería convivir con un animal. Por eso buscó un gato. “Requiere menos cuidados”, explica la intérprete de series como Amar es para siempre o Las chicas del cable.

Chloe llegó a su vida hace tres meses. Se la ofreció su compañero de reparto Nico Romero. “Me contó que una pareja la había encontrado desnutrida por Segovia y tuve claro que la quería”, recuerda esta madrileña de 28 años. Cuenta que no le cambió el nombre porque leyó que en griego significa floreciendo y le gustó. La felina llevaba un año en la calle. Llegó débil y asustada. Apenas se movía. “No me dejaba tocarla. Solo nos mirábamos”, dice la protagonista de Musarañas (2014). Poco a poco, la gata empezó a explorar el piso de Madrid en el que viven la actriz y su novio. Una tarde escucharon un ruido. “¡Era ella con el cordón de un zapato! Hasta ese día nunca había jugado. Fue un subidón”. Ahora, Chloe se deja acariciar por sus dueños. “Aún no expresa mucho cariño, pero me encanta expresarlo yo. Cuidarla y protegerla. Y espero que, con el tiempo, se vuelva más mimosa”.