La hora de estar a la altura

Debate de investidura. ¿Y ahora qué? ¿De verdad han intentado entenderse nuestros políticos? Twitter, Facebook, platós, ruedas de prensa… Vaya despliegue de medios y qué poco contenido detrás. ¿De verdad hay tantos puntos insalvables? Y siempre hablando en nuestro nombre: “Los españoles no entienden…”. No, señores, los españoles no entendemos nada. Porque desde el momento en que se toma posesión del cargo cada uno de los diputados representa la soberanía popular, la de toda España, la misma que ve cómo sus instituciones sirven para disfrutar de aforamientos y demás privilegios, pero no para lo que deberían servir: representar a los ciudadanos y, sobre todo, velar por su bienestar. La sensación final no es otra que la de vivir en una continua campaña electoral. La demagogia y el “y tú más” comienzan a cansar a una población que vive con resignación la incapacidad de entendimiento de quienes se autoproclaman como la solución a los problemas de este país mientras no consiguen avanzar en el entendimiento.

No queda otra que esperar y ver cómo transcurren estos dos meses que quedan de candidaturas, debates y votaciones, teniendo claro únicamente que es la hora de estar a la altura de lo que España y los españoles necesitan, y olvidar de una vez las “dos Españas”, las gaviotas y las rosas, los morados y los naranjas, y buscar la excelencia de los puntos de encuentro.— Teresa Sancho Carrasco. Murcia.

En el discurso de investidura de Pedro Sánchez se observa cómo muchos diputados se entretienen con sus teléfonos móviles en vez de atender al orador de la tribuna. ¿Para qué van al Congreso? ¿No les da vergüenza? Nuestros diputados deberían tener más respeto a nuestras instituciones y a todos los españoles. Seguro que si un trabajador cualquiera dedicase gran parte de su tiempo de trabajo a usar su móvil con mensajitos, sería inmediatamente sancionado. ¿Por qué no se actúa exactamente igual con ellos?— Juan Francisco Alonso Corrales. Madrid.