Dos de los cinco disidentes llegados hoy a Madrid denuncian que Cuba pone límites a la salida de sus familiares

Dos de los cincos presos políticos cubanos que han llegado este mediodía a Madrid desde La Habana, José Ubaldo Izquierdo y Luis González Tanquero, han denunciado haber sido "engañados" por el régimen cubano por haberles impuesto un tope de seis familiares con los que salir de la isla en su exilio a España. Otros de los excarcelados que han llegado en los últimos días a España lo han hecho acompañados por más de una decena de familiares, sin manifestar quejas por posibles restricciones.

En el hotel de la localidad madrileña de Alcorcón, donde han acogido los cinco disidentes con sus familiares, Ubaldo Izquierdo ha declarado que tuvo que dejar en Cuba a nueve familiares. Según él, cuando estaba en la cárcel, las autoridades cubanas le comunicaron que el Gobierno español estaba poniendo topes a los familiares que no tenían que superar los seis por cada preso de conciencia". Izquierdo ha logrado llegar, sin embargo, a España con un séptimo pariente al condicionar su salida de la isla a que le pudiera acompañar un sobrino.

González Tanquero también se ha quejado del comportamiento de Cuba: "La policía política determinó que nada más iban a viajar seis personas por cada disidente". A su llegada a Madrid, un funcionario del Gobierno español dijo desconocer que las autoridades de La Habana hubieran impuesto una limitación a los familiares, según ha dicho el excarcelado. González Tanquero ha dicho "temer" que el régimen cubano tome represalias contra su madre, una de las Damas de Blanco, porque fue retenida en la isla, junto a dos de los hermanos del preso, a pesar de que estaban en la lista para viajar a España. "Por una parte pensamos que ya ha pasado la pesadilla, pero nuestras familias se han quedado en Cuba y hasta que no las saquen no vamos a dormir en paz", ha concluido.

Junto a los dos presos, hoy han llegado a Madrid Antonio Díaz Sánchez, Blas Giraldo Reyes y Jesús Mustafá Felipe, completando el grupo de veinte disidentes que el Arzobispado de La Habana había anunciado que vendría a España. El Gobierno de Raúl Castro se ha comprometido a librar gradualmente en un plazo máximo de cuatro meses a 52 presos políticos.