La inflación en EE UU se modera por sorpresa en noviembre hasta el 2,7% y da un respiro a Trump
El dato es el primero que se da a conocer desde el de septiembre (3%), tras el apagón informativo que trajo el cierre parcial de la Administración más largo de la historia del país


Este jueves, pocas horas después de que el presidente de Estados Unidos se dirigiera a la nación para tratar de convencer a sus compatriotas de que la economía va bien, y de que todos los problemas que la acechan son culpa de su predecesor, Joe Biden, un nuevo dato, el de la inflación en noviembre, desafió las expectativas y dio un respiro a Donald Trump en medio de la peor crisis de popularidad de su segundo mandato, provocada por el elevado coste de la vida.
En el mes más intenso del año para el consumo de los estadounidenses, la variación interanual del índice de precios se moderó hasta quedarse en un 2,7%, según publicó a primera hora de la mañana la Oficina de Estadísticas Laborales, dependiente del Departamento de Comercio. Los expertos esperaban que fuera peor: habían vaticinado un 3,1%. El dato subyacente, que excluye los la energía y los alimentos, se quedó en un 2,6%.
La expectación era más alta que de costumbre. Era el primer dato de inflación que se daba a conocer desde el pasado 24 de octubre, cuando, en mitad del cierre parcial de la Administración más prolongado la historia de Estados Unidos, que duró 43 días y provocó un apagón en la información económica por falta de funcionarios para recopilarla, se reveló la fotografía correspondiente al mes de septiembre, que cerró con un 3%.
Debido a ese lapso, la imagen ofrecida este jueves no pudo ser completa, porque se queda solo en la variación interanual y no incluye, como es habitual, la mensual. Por ese motivo, los analistas recomiendan no extraer demasiadas conclusiones hasta el próximo informe.
La falta de información que trajo el desacuerdo entre republicanos y demócratas a la hora de acordar un nuevo presupuesto, no impidió que la Reserva Federal (Fed) anunciase la semana pasada una reducción de los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual. Tras esta decisión, estaban las preocupaciones sobre el mercado laboral, que ha mostrado signos de debilitamiento en las últimas semanas. La última cifra de desempleo se conoció este martes (4,6%), y fue la peor desde 2021.
En septiembre, la cifra de la inflación supuso un incremento de una décima respecto a la lectura de agosto. Era también el número más elevado desde el pasado enero, mes en el que Trump tomó posesión por segunda vez. Fue, con todo, mejor de lo que esperaban los analistas, que auguraban un incremento mayor de los precios por las consecuencias de la guerra comercial.
Los aranceles influyeron entonces y siguieron influyendo, aunque menos de lo esperado, en el dato de noviembre, que pudo ser mejor de lo previsto, pero no resuelve los problemas económicos de Trump. Conquistó la Casa Blanca con la promesa de que contendría los precios y 11 meses después de asumir el cargo, la inflación se comporta con obstinación, y se mantiene lejos aún del objetivo del 2% de la Fed.
En su discurso de la noche anterior, sostuvo una y otra vez que los precios estaban bajando “rápidamente”. Es conocida su conflictiva relación con la verdad y su disposición a mentir descaradamente cuando esta le contradice, pero con el bolsillo es difícil engañar al ciudadano de a pie, que siente los rigores del coste de la vida en la cola del supermercado o ante la lista de regalos de Navidad.
Las encuestas confirman que esa es la principal preocupación de los votantes cuando falta menos de un año para la próxima cita con las urnas, las legislativas de medio mandato, en las que Trump se juega el control de una o de las dos Cámaras en el Capitolio. Perderlas equivaldría a un naufragio del resto de su segunda presidencia.
La tormenta a la que se enfrentan los republicanos roza la perfección, mientras los demócratas, con el alcalde electo Zohran Mamdani a la cabeza, parecen haber aprendido a ganar elecciones con un mensaje basado en la asequibilidad. No ayuda el empeño de Trump en desdeñar las preocupaciones de sus compatriotas sobre la marcha de la economía.
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