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Los expertos de Trabajo recomiendan subir el salario mínimo entre un 3,1% y un 4,7%, hasta 56 euros brutos

Los especialistas proponen que el SMI llegue en 2026 a 1.221 euros brutos mensuales en 14 pagas si está exento de tributación o a 1.240 si aporta al IRPF

Plaza Mayor
Emilio Sánchez Hidalgo

¿Cuánto debe subir el salario mínimo interprofesional (SMI) para representar el 60% del salario medio neto español en 2026? Esa es la pregunta que el Ministerio de Trabajo lanzó en octubre al equipo de expertos al que, un año más, encargó el informe que sirve de base para la futura negociación con los sindicatos y las patronales, cuando se concretará la cifra definitiva. La propuesta de los expertos, que confirman a EL PAÍS fuentes conocedoras de la decisión, ya está definida. Plantea dos escenarios de incremento: un 3,1%, hasta 1.221 euros brutos al mes en 14 pagas si el SMI, como hasta ahora, no tributa (17.094 euros al año); y un 4,7% hasta 1.240 euros mensuales (17.360 euros anuales) si empieza a aportar al IRPF. Ambos porcentajes superan la evolución de los precios, un 2,7% en el promedio de los últimos 12 meses.

El SMI actual es de 1.184 euros brutos al mes y 16.576 euros anuales, nivel al que llegó tras el incremento de 2025, de 50 euros mensuales y 700 euros al año. Esa fue precisamente la recomendación de los expertos en la banda alta del último informe, lo que denota la influencia de este documento en la decisión final del ministerio.

En la primera opción (sin tributación) el SMI crecería 37 euros al mes y en la segunda (con IRPF) 56, pero en ese escenario fiscal no toda la subida iría al bolsillo del trabajador. Una parte se destinaría a impuestos, pero la cifra concreta dependerá de la situación del empleado (si tiene hijos, si tiene otras cargas familiares, de la comunidad en la que viva...) y de qué normas fiscales rijan. El ministerio pidió a los expertos estas dos opciones para anticiparse al posible cambio fiscal, tras varios años de tiras y aflojas al respecto con el Ministerio de Hacienda.

El debate sobre la tributación del SMI conecta con el impulso de la prevalencia de este nivel retributivo en la masa salarial española. Es decir, como el salario mínimo ha crecido tanto en los últimos años —un 61% desde 2018, de 736 a 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas en 2025— a la par aumenta el volumen de trabajadores que no aportan al IRPF.

En un informe reciente, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) indicó que aprecia una “concentración de trabajadores en torno al nuevo umbral [del SMI] y en los niveles directamente superiores”. Así, mientras que en 2018 el 3,5% de los trabajadores cotizaban por la base mínima —asimilables a los que perciben el SMI—, en 2023 eran el 7,4%, más del doble. Y los que ganan solo un poco más que el salario mínimo avanzan con más fuerza todavía: en 2018, el 7,9% de los trabajadores cotizaban por el 125% de la base mínima y en 2023 eran el 22,8%.

En la presentación de la comisión de expertos, que celebró su primera reunión el 1 de octubre, la ministra de Trabajo dijo que en su opinión el SMI no debería tributar, que la reforma fiscal debería empezar por “los de arriba”, pero a la vez concedió que esa no es competencia de su ministerio. Dejó claro que la decisión es de María Jesús Montero. “Será Hacienda la que decida”, dijo Díaz. De momento, el Ministerio de Hacienda no ha clarificado si este año apuesta por que el SMI tribute o no, aunque los últimos ejercicios ha defendido que lo haga.

Los sindicatos también apoyan la tributación: creen que ha llegado el momento de que el SMI empiece a aportar al IRPF. Hace dos semanas, UGT y CC OO anunciaron que propondrán un incremento del salario mínimo del 7,5%, hasta 1.273 euros brutos al mes repartidos en 14 pagas (89 euros más al mes que ahora). Según los cálculos de los sindicatos, si la menor retribución posible deja de estar exenta de IRPF, para seguir suponiendo el 60% del salario medio neto debería subir ese 7,5%. Este porcentaje supera ampliamente a los que plantean los expertos de Trabajo.

La patronal no entra en el debate sobre la tributación, pero, como los sindicatos, ha especificado cuánto cree que debería subir el salario mínimo en 2026. El comité ejecutivo de CEOE aprobó este martes proponer un alza del 1,5%, por debajo de la inflación. Las patronales justifican esta cifra en que, con sus cálculos, el salario mínimo ya representa el 60% del salario medio neto, partiendo de los datos publicados por el INE en la Encuesta de Población Activa. Por ello proponen una subida tan moderada, que, destaca la patronal, es similar a la acordada por los sindicatos y el Gobierno para los empleados públicos.

El Ministerio de Trabajo considera esta propuesta empresarial “poco rigurosa” y los sindicatos la catalogan como “ridícula”. “Una propuesta de subida del salario mínimo interprofesional que está incluso por debajo de la inflación, sinceramente creo que no se puede ni contemplar”, dijo este miércoles en Bilbao el líder de CC OO, Unai Sordo. La oferta también ha sido desechada desde UGT.

Estos dos sindicatos, los más representativos de España, han respaldado los seis incrementos del salario mínimo que ha impulsado Yolanda Díaz desde que es la responsable de Trabajo. La patronal solo apoyó el primero, el que elevó la cifra a 950 euros en 2020.

Esta medida saldrá adelante pese a la precariedad parlamentaria del Gobierno. Al no tener rango de ley, el Ejecutivo tiene la potestad de elevar el suelo salarial sin el visto bueno del Congreso.

El Ministerio de Trabajo indica que tampoco necesita al Congreso para limitar la capacidad de las empresas para compensar la subidas del SMI mediante la absorción de complementos. Hay compañías que eliminan pluses para atenuar el impacto del aumento del salario mínimo, de manera que el empleado no nota el incremento. Los sindicatos han dicho que no pactarán la subida del SMI si esta posibilidad no se elimina por decreto, incluso condicionaron el apoyo al anterior salto a esta modificación. Las patronales plantean todo lo contrario: supeditan su propuesta de subida del 1,5% a que Trabajo no cambie el esquema actual.

El informe de los expertos está casi terminado, pero aún quedan algunos detalles por pulir. Lo que está decidido al 100%, según fuentes conocedoras, son las cifras propuestas de incremento en cada escenario. Los integrantes de la comisión de este año son Begoña Cueto (relatora), Elena Bárcena, Javier Muñoz, Luis Ayala, Alberto del Pozo, Libertad González, Rafael Muñoz, José Ignacio Pérez, César Veloso, Luis Zarapuz, Mariña Fernández y Antonio García. Algunos son especialistas universitarios, otros de los sindicatos y también hay representantes del Gobierno.

Los empresarios, voluntariamente, no participan en el comité de expertos y vienen cuestionando sus recomendaciones. Este grupo de trabajo también hizo una recomendación para los incrementos de 2025, 2023 y 2022, pero no en 2024. Este será el cuarto informe de los especialistas.

Crecen más los salarios más bajos

La fuerte subida del salario mínimo en España desde 2018, del 61%, ha superado en unos 40 puntos al avance de los precios. En paralelo, y de la mano de un ciclo económico expansivo, la tasa de paro ha caído de forma sostenida, la de empleo ha crecido ligeramente y la desigualdad salarial se ha atenuado. Se registran moderados frenos en la potencial creación de puestos de trabajo, pero la mayoría de analistas coinciden al señalar que las alzas del SMI han traído más consecuencias positivas que negativas.

Según las estimaciones que hizo el Gobierno, el último incremento del salario mínimo benefició a 2,4 millones de personas, el 66% de ellas mujeres y el 27%, jóvenes de entre 16 y 24 años. Por ramas de actividad, según los cálculos del Gobierno, el 31% de las personas beneficiarias trabajaba en el campo, pese a que su peso real en el mercado laboral es del 3,5%.

Un estudio reciente de Fedea, como también se desprende de datos recién publicados por el INE, indica que en los últimos años se registra un incremento mayor de los salarios más bajos y más moderado de los intermedios, un fenómeno que conecta con los incrementos del SMI. Las cifras de la EPA de 2024 muestran que respecto a 2023 los deciles (una décima parte de los empleados, ordenados en diez grupos de menor a mayor y para los que se calcula su retribución media) más bajos elevan su retribución media un 10,1%, frente al incremento del 3% en el quinto decil y del 6,6% en el décimo, el de los que más ganan.

Si se amplía la mirada, desde 2018 el primer decil ha crecido un 48%, el quinto un 22,1% y el décimo un 19,6%.

¿Cómo quedará el incremento neto si el SMI deja de estar exento?

Pablo Sempere

Para un trabajador soltero de 35 años y sin hijos, sin tener en cuenta las variaciones autonómicas y con el diseño actual del impuesto, si se impone el incremento con IRPF (17.360 euros brutos anuales), las retenciones a la Seguridad Social serían aproximadamente de 526 euros y las cotizaciones sociales, de 1.500. El sueldo neto resultante rondaría los 15.334 euros. En el caso de una mujer soltera de 35 años y con dos hijos menores de edad, el salario neto se quedaría en el entorno de los 15.595 euros al año, de nuevo sin tener en cuenta los cambios autonómicos y en el supuesto de que el diseño actual del IRPF no se modifique.

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.
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