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Alphabet amenaza el liderazgo en la IA de OpenAI con su nuevo Gemini y su caja multimillonaria

La matriz de Google también ha dinamitado la posición de Nvidia en los chips

Santiago Millán

Mark Benioff, consejero delegado de Salesforce, ha sido muy claro sobre el lanzamiento de Gemini 3, el nuevo modelo de inteligencia artificial (IA) de Alphabet. “¡Madre mía! Llevo tres años usando ChatGPT [el chatbot de IA de OpenAI] a diario. Acabo de pasar dos horas en Gemini 3 y no pienso volver atrás. El salto es increíble: razonamiento, velocidad, imágenes, vídeo... todo es más nítido y rápido. Parece que el mundo ha cambiado, otra vez”, dijo el conocido directivo en un mensaje en su cuenta de la red social X.

Sus palabras se unían a las del conocido y veterano analista tecnológico Henry Blodget, quien parece haber apostado por una victoria de Alphabet frente a OpenAI en el mundo de la IA. En su opinión, la start-up de Sam Altman tenía una enorme ventaja inicial, que podía ser insuperable, pero otras empresas la han alcanzado. “El principal diferenciador de LLM parece ser el acceso a capital y chips, no al software. OpenAI se encuentra en una grave desventaja frente a Google y otras empresas”, dijo el analista, quien insistió en que Amazon, Google y otras compañías ganadoras de las puntocom “nunca fueron superadas”.

Blodget dijo que la situación de OpenAI le recuerda más a Netscape, empresa que se convirtió en una de las grandes estrellas de los primeros tiempos de internet gracias a su navegador, pero que, posteriormente, fue derrotada por Microsoft y su Internet Explorer. “Tenía una ventaja inicial enorme, pero la empresa establecida la atrapó y la liquidó”, sentenció el analista.

Lo cierto es que, en septiembre pasado, OpenAI y Nvidia sacudieron la industria tecnológica al anunciar una alianza que incluía una inversión de 100.000 millones de dólares por parte del gigante de los chips de IA en la popular start-up, que también ha cerrado acuerdos con Oracle, Broadcom y AMD, entre otras. El acuerdo parecía haber consagrado a ambas como el gran eje acelerador de la IA. Además, ChatGPT parecía ser el futuro vencedor en la guerra contra la división de búsquedas de Google.

Pero, Alphabet ha respondido a ambas. “El gigante ha despertado”, según se dice en el sector. En las últimas semanas, la matriz de Google ha lanzado Gemini 3, como gran amenaza para el ChatGPT de OpenAI; ha firmado un gran contrato de cloud con la OTAN, ha visto como el Departamento de Justicia de EE UU retiraba uno de los principales casos de monopolio que podía suponer una ruptura de Alphabet, ha disparado un 34% sus ingresos de cloud, su negocio de búsquedas se ha vuelto a acelerar y ha entrado en los chips para IA con su TPU, de la mano de los posibles contratos con Meta, en lo que puede ser una amenaza para Nvidia.

La propia Alphabet anunció en octubre que su aplicación Gemini contaba con más de 650 millones de usuarios activos mensuales, mientras que las consultas se habían multiplicado por tres en el tercer trimestre frente al segundo trimestre.

En este marco, sus acciones se han disparado un 62% desde principios de septiembre, hasta alcanzar esta semana un máximo histórico de 328 dólares, llevando la capitalización hasta el umbral de los cuatro billones de dólares, y amenazando, junto a Apple, el puesto empresa más valiosa, en poder de Nvidia durante los últimos meses. En su avance, Alphabet ha contado con el respaldo de Berkshire Hathaway, el holding inversor de Warren Buffett, que comunicó una inversión de 5.000 millones en acciones de la firma.

La batalla tecnológica entre OpenAI y Alphabet se va a disputar, en buena medida, en el ámbito financiero. Y la posición de la matriz de Google y YouTube es, actualmente, mucho más fuerte.

OpenAI podría perder hasta 74.000 millones de dólares hasta 2028 y, solo este año, podría quemar caja entre 7.000 y 9.000 millones. De hecho, en la prensa especializada se ha hablado de que podría quemar fondos por 115.000 millones hasta 2030 en el despliegue, especialmente, de infraestructuras de IA. Dentro de esta euforia, cerró una alianza con la citada AMD, que contemplaba la toma de hasta un 10% de su capital. La firma, que está diseñando planes de negocio para generar nuevos ingresos, podría necesitar captar al menos 207.000 millones de dólares hasta 2030, si continúa perdiendo dinero, según las estimaciones de HSBC, recogidas por Financial Times. El esfuerzo financiero es de tal calibre que, según algunos informes manejados por la prensa especializada de EE UU, Anthropic ha adelantado a OpenAI en la carrera por alcanzar la rentabilidad.

La start-up, que anunció en marzo una ronda de financiación de 40.000 millones de dólares, liderada por SoftBank, cerró este otoño una operación de venta de acciones de empleados y ex trabajadores a otros inversores, con una valoración de 500.000 millones. Así, OpenAI pasaba a ser la start-up más valorada del mundo, por delante de SpaceX, la empresa de servicios espaciales de Elon Musk, y ByteDance, la matriz de TikTok. La empresa, tras acercar posturas con Microsoft, uno de sus principales inversores junto a SoftBank, ha concluido el proceso de conversión en compañía con ánimo de lucro que allanará su posible salida a Bolsa en la que podría alcanzar una valoración de un billón de dólares. Por el camino, la firma, que hasta ahora ha encontrado el respaldo masivo de los grandes inversores, podría cerrar nuevas rondas de financiación.

Mientras OpenAI materializa estas operaciones, la matriz de Google cuenta con fondos casi ilimitados y datos financieros inigualables actualmente para la empresa de Sam Altman. Alphabet, que está en vías de sobrepasar los 400.000 millones de dólares en ingresos anuales, registró un beneficio neto hasta septiembre de 97.715 millones, un 33% más. Al cierre de septiembre, contaba con casi 98.500 millones entre liquidez, equivalentes e inversiones en activos financieros.

De igual forma, entre enero y septiembre, Alphabet destinó 40.210 millones de dólares a programas de recompra de acciones, y otros 7.513 millones al pago de dividendo en efectivo.

Una posición financiera que, en este momento, OpenAI no tiene. De todas formas, la guerra no sólo no ha terminado, sino que, en el sector, ya se espera la respuesta de la compañía de Sam Altman.

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Sobre la firma

Santiago Millán
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.
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