Tesla propone un bonus sin precedentes para Elon Musk de un billón de dólares
El fabricante de coches eléctricos busca que el magnate se centre en la compañía, que se juega seguir siendo parte del club de los siete magníficos en los próximos años


Un billón de dólares, es decir, unos 855.000 millones de euros al cambio actual. Ese el estratosférico bonus que propone pagarle Tesla a su consejero delegado, Elon Musk, para tenerlo centrado en la compañía y evitar que se distraiga en otros asuntos como la política, algo que le ha costado caro al fabricante automovilístico estadounidense en términos de ventas y beneficios. La cifra, que no tiene precedentes en el mundo empresarial, establece una serie de ambiciosos objetivos que debe cumplir para obtener el pago completo, incluyendo la expansión del negocio de robotaxis de Tesla y el aumento del valor de mercado de la compañía hasta los 8,5 billones de dólares, en comparación con el billón de dólares actual. El plan tiene una duración de una década, según información de Bloomberg.
Las acciones adicionales que Musk podría recibir elevarían su participación en el fabricante de vehículos eléctricos hasta al menos el 25%, participación que el propio Musk había dicho que quería poseer. El anuncio llega después de que el año pasado un tribunal de Delaware anulase el paquete de compensación de Musk de 2018, valorado en más de 50.000 millones de dólares, alegando que el proceso de aprobación de la junta directiva de Tesla fue defectuoso e injusto para los accionistas. La compañía ha apelado esa decisión judicial. Hace apenas un mes, Tesla, a propuesta del comité especial creado por la junta directiva para tratar las compensaciones de Musk, le había otorgado un paquete de 96 millones de acciones valoradas en 29.000 millones de dólares (unos 24.797 millones de euros al cambio de hoy).
Lo cierto es que Tesla se juega el seguir siendo parte del club de los siete magníficos de la Bolsa estadounidense (junto a Apple, Microsoft, Nvidia, Meta, Alphabet y Amazon) en los próximos años. La fuerte competencia en el ámbito del vehículo eléctrico proveniente de China, país que controla toda la cadena de valor de este tipo de movilidad, desde la extracción y refinado de materiales clave, pasando por las baterías, hasta la producción final de vehículos, hace que la compañía ate su valoración casi única y exclusivamente a la fe de los mercados en Musk. Tesla no cotiza como un fabricante de coches, cotiza como una gran tecnológica con un valor que cuadruplica al de la mayor automovilística del mundo en beneficios y ventas, que es Toyota, cuya capitalización es de unos 270.000 millones de euros aproximadamente.
Los mercados apuestan a que Musk logre transformar a Tesla en un gigante pionero en la producción de androides y robotaxis. En el ámbito del coche eléctrico, la compañía sigue siendo un gran jugador, pero su trozo de la tarta se achica por la ya mencionada competencia china (BYD es a día de hoy el mayor fabricante de coches enchufables del mundo) y la aparición en el mercado de modelos cada vez más competitivos en precio y prestaciones de los fabricantes de coches tradicionales europeos, japoneses y surcoreanos. En Europa, por ejemplo, la marca que más coches eléctricos está vendiendo en lo que va de 2025 es Volkswagen, según datos de la consultora Jato, especializada en analizar el sector.
En los últimos meses, Tesla ha sufrido en sus cuentas la deriva política de Musk con su apoyo explícito a la ultraderecha alemana en las elecciones de ese país de febrero y, sobre todo, con su activa participación en el Gobierno de Donald Trump, en el que ha dirigido el DOGE, entidad creada para pasar la motosierra por la instituciones públicas. El efecto negativo sobre su imagen y el de la marca ha sido tal que las ventas de Tesla se han desplomado en Europa un 33,6% entre enero y julio en el Viejo Continente, según datos de la patronal europea de fabricantes de coches, ACEA. En el primer semestre, las ventas mundiales de la empresa cayeron un 13,2%, hasta los 720.000 coches, y su beneficio se desplomó un 37,5%, hasta el entorno de los 1.300 millones de euros. El rechazo a la marca se ha visto en forma de manifestaciones en contra de Musk o incluso en pegatinas pegadas en las partes traseras de Teslas con eslóganes como “lo compré antes de que Elon se volviese loco”.
Musk, quien ha sido el máximo ejecutivo de Tesla desde 2008, controla otras cuatro compañías: SpaceX, xAI, Neuralink y The Boring Co. En una entrevista en mayo, declaró a Bloomberg que se comprometía a seguir al frente de Tesla cinco años más. A los accionistas del fabricante también se les ha propuesto que Tesla adquiera una participación en la startup de inteligencia artificial xAI. Alcanzar los 8,5 billones de dólares sería duplicar el valor actual de Nvidia, la empresa más valiosa del mundo en la actualidad. El plan de compensación a Musk establece también que debe participar en la creación de un marco de trabajo adecuado para establecer su sucesión a largo plazo. “En pocas palabras, retener e incentivar a Elon es fundamental para que Tesla logre estos objetivos y se convierta en la empresa más valiosa de la historia”, aseguró la compañía en una carta a los accionistas firmada por la presidenta del consejo de administración de Tesla, Robyn Denholm, y la directora independiente Kathleen Wilson-Thompson.
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