Málaga anuncia una moratoria de tres años para nuevas viviendas turísticas
La ciudad denegará cualquier permiso durante ese periodo después de que las medidas adoptadas hasta el momento no hayan conseguido frenar el crecimiento de los apartamentos vacacionales


El Ayuntamiento de Málaga aplicará una moratoria de tres años para la inscripción de nuevas viviendas de uso turístico en la ciudad. En ese tiempo, el consistorio no va a autorizar más licencias en todo su término municipal. “No habrá ni una más”, ha explicado este miércoles el alcalde, Francisco de la Torre, que ha justificado la medida en que las dispuestas con anterioridad no han conseguido el efecto deseado porque el número de alojamientos ha seguido creciendo.
Ello a pesar de que en junio de 2024 los permisos quedaron restringidos a los inmuebles que tuviesen entrada independiente y, después, se prohibió la llegada de más alojamientos a los 43 barrios más saturados de la ciudad. Hoy la capital cuenta con casi 13.000 de estos pisos, según el registro de la Junta de Andalucía, el doble que Barcelona. En algunas calles del centro histórico representan más de la mitad del parque residencial existente.
La primavera pasada, De la Torre avisó de una “moratoria global” sobre las viviendas turísticas en la ciudad. Sin embargo, no dio muchos más detalles. No explicó ni cómo se llevaría a cabo la medida, ni cuándo. Ahora sí. El regidor ha relatado que el municipio se acoge al decreto publicado por la Junta de Andalucía a principios de 2024 que daba competencias a los municipios para limitar o prohibir los pisos turísticos. Y que, también, permitía —y permite— paralizar las nuevas licencias durante un máximo de tres años “por razones de interés general”.
En ese periodo, la ciudad analizará cómo actualizar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para adaptarlo a las nuevas realidades y conseguir una mayor y mejor regulación de los usos turísticos y residenciales. “Nuestro plan es de 2011 y entonces no había un escenario como el de hoy”, ha apuntado De la Torre.
La congelación de los permisos se aprobará este jueves en la Junta de Gobierno Local y entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia dentro de una semana, aproximadamente. A partir de entonces no se podrá inscribir ninguna nueva vivienda de uso turístico durante los siguientes 36 meses.
“Estamos haciendo lo que hay que hacer: parar, templar, estudiar y reflexionar”, ha dicho el alcalde, que ha añadido que el objetivo es aprovechar este tiempo para analizar en detalle la situación con la participación del sector turístico, especialistas, colegios profesionales, la patronal y distintas áreas municipales, además de estudiar las respuestas que hayan dado al mismo problema ciudades españolas o europeas.
“Se trata de compatibilizar el dinamismo del turismo”, ha subrayado De la Torre, “con la necesidad de tener una oferta residencial potente en alquiler y venta”. Justo de lo que ahora carece la ciudad, donde los precios llevan años creciendo a un ritmo muy elevado. Solo en el último año ha aumentado un 14% para la venta y un 7,3% en alquiler, según el portal inmobiliario Idealista. La vivienda es la principal preocupación de los malagueños, según una encuesta realizada por la Universidad de Málaga el año pasado.
De acuerdo con los datos facilitados por el ayuntamiento, los pisos turísticos han aumentado en la ciudad poco más del 3% durante el último año, cuando en la provincia malagueña lo han hecho un 10% y en Andalucía un 11% en el mismo periodo, durante el cual la ciudad puso en marcha sus dos primeras medidas para limitar este tipo de alojamientos.
“Los datos nos demuestran que hemos frenado el crecimiento de las viviendas que se registran. El efecto de freno se nota, pero no tanto como hubiéramos querido”, ha asegurado el alcalde, quien ha mostrado su “deseo” de conseguir una mejor organización entre la oferta turística y el uso residencial de los pisos. También ha insistido en que los ayuntamientos carecen de herramientas para atajar situaciones como esta y pide nuevas normas estatales “porque es un problema nacional” y autonómicas. “En cuanto se publicó el decreto de la Junta de Andalucía, hemos ido tomando medidas”, ha insistido quien también ha pedido a la Administración andaluza que tome nota y vaya borrando del registro los inmuebles que no cumplan con la normativa.
Barrios saturados
El Ayuntamiento de Málaga dio el primer paso para intentar atajar el problema en junio del año pasado. Entonces puso como requisito para las nuevas licencias que los inmuebles debían tener acceso independiente o estar ubicados en bloques donde todos los apartamentos se dedicasen a alojamientos para el turismo. El siguiente movimiento ocurrió en noviembre, también de 2024, cuando el municipio decidió prohibir los permisos en 43 barrios de la ciudad. No fueron elegidos al azar: todos superaban el 8% de viviendas turísticas respecto al parque global, según un informe encargado por el consistorio.
El documento incluía datos que reflejaban bien la saturación en muchas de estas zonas, como el entorno de la plaza de La Merced, donde la mitad de los pisos existentes están dedicados a alojar turistas. Según el registro de la Junta de Andalucía, hoy hay en la capital malagueña casi 13.000 viviendas, aunque el ayuntamiento sostiene que solo 8.500 se comercializan de forma habitual.
El estudio impulsado por el municipio incluía también entre sus conclusiones que, a mayor porcentaje de viviendas de uso turístico, las consecuencias para los residentes eran peores: disminuye la calidad de vida, hay más problemas de convivencia, los precios tanto de alquiler como de compra suben más y, como resultado, los vecinos acaban expulsados de sus barrios. Es justo lo que ha denunciado la plataforma Málaga para vivir, que en el último año ha convocado a la ciudadanía a tres manifestaciones con una asistencia multitudinaria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
