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Casa Tarradellas, la gran fábrica de pizzas de Europa, se reinventa para ser más verde

El gigante de la agroalimentación catalana es el primero en el continente que produce con molino propio y se abastece con un 25% de energía solar

Casa Tarradellas

En el imaginario popular está muy arraigada la imagen de la icónica masia de Casa Tarradellas, donde en 1976, entre botijos de arcilla y muros de ladrillo visto, nació el famoso fuet espetec. Lo hizo de la mano de Josep Terradellas Arcarons y su esposa, Anna Falgueras, quienes transformaron un negocio familiar de carretera en un referente del sector alimentario. Tras décadas de tradición, el gigante de la agroalimentación, sensible a entrevistas y titulares en los medios de comunicación, abre las puertas de sus instalaciones para dar a conocer el proceso de hipertecnificación por el que ha pasado los últimos años. Ante la amenaza de la crisis climática, la empresa ha apostado por instalar 200.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas -el 25% de su abastecimiento energético-, y por emplear técnicas de agricultura regenerativa para abastecer la producción. Además, este 2025 ha instalado un segundo molino, lo que la convierte en el único elaborador de pizzas en Europa con molino propio.

Tras años de hermetismo mediático, Casa Tarradellas quiere hacer visible su inversión en innovación y desarrollo tecnológico, para los que en poco más de siete años ha destinado 40,8 millones de euros repartidos en una treintena de proyectos, entre los que se encuentra su Plan de Energía Verde. La empresa factura cerca de 1.000 millones en cada ejercicio gracias a su consolidación en el mercado con acuerdos como el que tiene con Mercadona, coloso de la distribución para el que fabrica fuets, embutidos y pizzas. Este último producto, que no introdujo en el negocio hasta 1996, es desde entonces su joya de la corona. Con 17 pizzas y seis bases, Casa Tarradellas es líder en Europa y ya cuenta con 3.000 empleados (más del doble que en 2023) distribuidos en 18 instalaciones en la comarca de Osona (Barcelona), en la Plana de Vic.

Pero la superproducción, según Miquelina Saborit, directora de comunicación de Casa Tarradellas, debe ir acompañada de una tecnificación capaz de lidiar con los retos climáticos actuales. Para ello, Casa Tarradellas ha decidido apostar por la agricultura regenerativa. “Esto no es más que adaptar el legado a la tecnología. Practicamos la rotación de cultivos (trigo, cebada, colza y veza) para no abrasar la tierra en épocas con altas temperaturas”, explica.

Uno de sus 250 agricultores, Josep Pou, se muestra optimista de cara a esta campaña, ya que la siembra de las 600 hectáreas de cultivo de trigo de las que dispone la empresa -repartidas entre Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha-, ha sido todo un éxito. “Este año ha sido perfecto. Los granos están muy nutridos y la baja humedad, del 11%, nos facilitará una cosecha óptima”, celebra mientras sube a una gigantesca cosechadora equipada con un avanzado GPS.

El uso de pesticidas y ciclo circular del agua

El llamado Reglamento de Uso Sostenible de los Pesticidas (SUR) presentado en junio de 2022 vislumbraba un futuro prometedor para reducir a la mitad el uso de plaguicidas para 2030. Pero la aplicación de la norma propuesta por la Comisión Europea trajo consigo el rechazo de gran parte de la industria agroalimentaria. Finalmente, el Parlamento Europeo la tumbó y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunció en 2024 su retirada. Sin embargo, Casa Tarradellas asegura que su intención es reducir al máximo el uso de fitosanitarios químicos para “ayudar al sistema inmune de los cultivos”.

El plan verde de Casa Tarradellas contempla el cada vez más breve intervalo en el que las sequías azotan Cataluña, por lo que en 2018 empezó a trabajar en mejorar los ciclos del agua. En 2019 logró reducir su consumo de agua un 14,5% gracias a técnicas como la recuperación del agua evaporada durante el curado del fuet. La huella logística de la empresa se ha reducido también, en parte, por la fundación en 2012 de su propia planta de reciclaje, donde transforma los residuos plásticos en láminas utilizadas para nuevos envases.

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