La Reserva Federal redefinirá su hoja de ruta sin ceder a las presiones de Trump
El banco central de Estados Unidos se dispone a mantener sin cambios los tipos de interés en el 4,25%-4,5%


La Reserva Federal de Estados Unidos se dispone a prolongar este miércoles su pausa en las rebajas de tipos de interés a pesar de las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los miembros del comité de política monetaria del banco central actualizarán sus previsiones sobre el crecimiento de la economía, la inflación, la tasa de paro y los tipos de interés. Esa nueva hoja de ruta se apartará previsiblemente de los deseos de Trump, que reclama rebajas de tipos agresivas e inmediatas.
En marzo, la última vez que publicaron sus pronósticos, antes del mal llamado Día de la Liberación, los miembros de la Fed se inclinaban por dos recortes de 0,25 puntos hasta fin de año, hasta el nivel del 3,75%-4,00%. Desde entonces, la tarea del banco central no ha hecho más que complicarse. Los erráticos aranceles dictados por Trump amenazan con alimentar la inflación y frenar la economía, poniendo en riesgo el doble mandato de la Fed, estabilidad de precios y pleno empleo, como el comunicado posterior a la reunión de mayo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se encargó de subrayar.
Con su presidente, Jerome Powell, a la cabeza, la mayoría de los miembros del FOMC han señalado en público que necesitan tener una mayor claridad sobre cuáles son los efectos de la política económica y comercial de Trump (en realidad, para empezar, necesitan aclararse sobre cuál es su política) antes de variar el rumbo de la política monetaria, que estaba completando un exitoso aterrizaje suave: controlar los precios sin provocar un brusco aumento del paro ni, mucho menos, una recesión.
Aunque la economía ha perdido fuelle por culpa de Trump, sigue en una buena posición, con la tasa de paro en el 4,2%, un mercado laboral que sigue creando empleo a buen ritmo pese a ciertas señales de enfriamiento y una inflación en la que por ahora apenas se han notado los efectos de los aranceles.
La incertidumbre, sin embargo, ha aumentado, y no solo por la guerra comercial, sino también por la migratoria y las medidas fiscales en tramitación. A los factores internos se suman también los geopolíticos. La subida del petróleo derivada de la guerra entre Israel e Irán amenaza también con elevar la inflación, pero al tiempo puede enfriar la economía, añadiendo más piezas al rompecabezas de la política monetaria.
Cuando se publicó el dato de inflación de mayo, el 2,4% interanual, Trump aprovechó para presionar una nueva vez más a Powell: “La Reserva Federal debería bajar los tipos un punto completo. Pagaríamos mucho menos interés por la deuda que vence. ¡Esto es extremadamente importante!“.
El pasado jueves volvió a la carga desde la Casa Blanca: “Las noticias falsas dicen: ‘Oh, si lo despides, sería muy malo. Sería muy malo’. No sé por qué sería tan malo. Pero no voy a despedirlo. Solo quiero que... ya sabes, lo llamamos ‘demasiado tarde”, dijo. “Si reducimos los intereses en un punto, ahorraríamos 300.000 millones de dólares al año. Si los reducimos en dos puntos, 600 000 millones de dólares al año, 600.000 millones de dólares por culpa de un imbécil que se sienta aquí y dice: ‘No veo motivos suficientes para reducir los tipos”.
Trump sugirió entonces que podría “forzar algo”, sin que se le entendiese muy bien a qué se refería: “Puede que tenga que forzar algo”, dijo el presidente. “Alguien dijo: ‘¿Quién es el genio que pensó en eso?’. Yo respondí: ‘Soy yo’. Pero tuve una idea y la propuse. Dijeron: ‘Esto es realmente... vamos a ir a corto plazo durante un año, dejemos que este tipo salga del cargo, alguien vendrá y lo recortará un par de puntos".
En realidad, los tipos de la deuda del Tesoro no los fija la Reserva Federal, sino el mercado. Si los inversores llegan a la conclusión de que el banco central baja la guardia contra la inflación, los tipos de la deuda podrían aumentar mientras bajan los oficiales. Por ahora son las políticas de Trump las que han generado desconfianza y metido presión en el mercado de bonos, encareciendo la financiación del Tesoro.
Al visitar a Trump en la Casa Blanca hace unas semanas, Powell dejó claro que el banco central tomaría sus decisiones sobre tipos de interés en función de la información económica que se reciba y de lo que esta signifique para las perspectivas, tras un análisis “cuidadoso, objetivo y apolítico”, según señaló la Reserva Federal en un comunicado.
La próxima rebaja
Los inversores dan por hecho que los tipos no se moverán este miércoles ni en la reunión del próximo 30 de julio, según las probabilidades implícitas en las cotizaciones de los futuros sobre fondos federales calculadas por la herramienta FedWatch de CME. En cambio, sí se inclinan por esperar un primer recorte de 0,25 puntos el 17 de septiembre, aunque algunos analistas no comparten esa previsión.
“Los recientes ajustes en nuestras previsiones básicas sobre la inflación, el crecimiento y el mercado laboral no cambian nuestra opinión sobre la política monetaria, según la cual la próxima bajada de tipos se producirá en diciembre”, señalaba el viernes en un informe Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics.
Los inversores estarán muy atentos al Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés), también conocido como gráfico de puntos. Los inversores dudan si la mediana de los pronósticos apuntará a uno o dos recortes de tipos de 0,25 puntos hasta fin de año, pero estarán también muy atentos a las previsiones de inflación y paro y al horizonte del próximo año.
“El mensaje principal de la Fed en la reunión de junio será que se mantiene cómodamente en modo esperar y ver”, señalan los analistas de Bank of America. “El SEP debería mostrar solo un recorte este año y 75 puntos básicos en 2026. Para 2025, creemos que es probable que se reduzca el crecimiento y se revise al alza la inflación”, añaden.
El economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, coincide en ese diagnóstico: “No nos sorprendería que solo se anunciara un recorte en el nuevo gráfico de puntos. Sin embargo, creemos que el gráfico de puntos será más interesante para los años siguientes. Suponiendo que la proyección mediana no cambie con respecto a marzo, se prevén tres recortes en 2026. Sin embargo, la dispersión en torno a la mediana podría ser más interesante que la propia mediana. De hecho, podríamos ver un grupo de ‘palomas’ presionando para que se produzcan recortes más rápidos”.
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