Calviño se abre a que el BEI multiplique la financiación a proyectos de defensa y seguridad

Unión, confianza y más recursos. Nadia Calviño ha abierto la puerta a que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que dirige desde enero de 2024 aumente los apoyos a proyectos comunitarios de defensa y seguridad más allá de lo previsto. El organismo ya duplicó la financiación en materia militar entre 2023 y 2024, de 500 millones a 1.000, y redobló el esfuerzo de cara a este curso, anunciando recursos por 2.000 millones. Este año, “es posible que más que dupliquemos”, ha deslizado la exministra de Economía española y ex vicepresidenta del Gobierno en un desayuno organizado este lunes por el Ateneo de Madrid. “Se está construyendo un nuevo orden mundial y es muy importante que Europa tenga una voz fuerte”, ha zanjado.

El repentino cambio en los equilibrios globales ha metido presión para que el organismo —así como el Ejecutivo comunitario— dé más peso a la financiación en defensa, hasta ahora un ámbito residual para el BEI. “Se está produciendo un movimiento de las placas tectónicas sobre las que se ha basado el orden mundial durante los últimos 80 años”, ha subrayado Calviño, centrado en “el dólar, el petróleo, el liderazgo de los Estados Unidos y las democracias liberales”.

La invasión rusa de Ucrania y la posterior crisis energética han puesto a la UE delante del espejo y han evidenciado algunas de sus vulnerabilidades, que se pueden resumir en una insuficiente autonomía estratégica. La llegada de Donald Trump al Despacho Oval ha elevado la intensidad de la sacudida, con su guerra comercial desatada y la amenaza de dinamitar la Alianza Atlántica.

La economista ha hecho un alegato a favor de que Europa se mantenga firme y unida y se postule como alternativa a EE UU. “En ese contexto de intenso cambio y volatilidad, el activo que gana más valor es la confianza. Y eso es lo que se busca en este momento: la estabilidad. Un referente de democracia, de seguridad y derechos humanos en medio del ruido y de los bandazos”.

Europa, dependiente de EE UU en términos tanto militares como tecnológicos, inmersa en una ralentización económica —que afecta principalmente a las grandes economías, con la excepción de España— y acorralada por Rusia por el flanco este, está reordenando sus prioridades para hacer frente al cambio de paradigma global. El gran interrogante no solo es cómo lograrlo, sino de dónde sacar el dinero para financiarlo.

Calviño ha recordado que dentro de dos semanas se celebrará una reunión con los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete, que son los accionistas del BEI, y que se propondrá aumentar las partidas en ámbitos prioritarios. La economista ha asegurado que el organismo tiene margen para elevar su apoyo a los proyectos de defensa sin restar recursos al resto de políticas, como la transición ecológica. “Nuestra posición financiera es muy fuerte”, ha recalcado. “Tenemos un balance de casi 600.000 millones de euros, una triple A y un modelo de negocio que no requiere aumentos de capital por parte de los socios”.

El prestamista europeo ha eliminado el tope máximo de financiación que podía dedicar a proyectos vinculados al ámbito militar y de seguridad, principalmente infraestructuras, instalaciones militares, proyectos de I+D y provisión de liquidez para pequeñas y medianas empresas en la cadena de valor de la industria. Calviño ha señalado que el BEI espera movilizar inversiones por 250.000 millones de euros de aquí a 2027 para tecnologías de vanguardia, supercomputación e inteligencia artificial, tecnologías limpias y sanitarias, materias primas críticas, tecnologías de seguridad y defensa, entre otros ámbitos. Además, ha recordado la acción del organismo fuera de las fronteras comunitarias en términos de cooperación y su participación en la conferencia de la ONU en Sevilla a fin de mes: “Las alianzas estratégicas son más importantes que nunca para una economía mundial más sostenible, más justa, más igualitaria”.

“Europa es una superpotencia comercial y tecnológica (...). Tenemos unas fortalezas extraordinarias y el BEI, que es sin duda una de las historias de éxito de la UE, está llamado a jugar un papel todavía más importante en el actual contexto geopolítico porque en un momento dado es el momento de elegir Europa. La unión hace la fuerza y nuestros valores son la brújula para mantenernos en el lado correcto de la historia”.

En un diálogo moderado por los periodistas Ana Pardo de Vera, Guillermo Lerma y Pilar Santos, Calviño ha evitado valorar la subida del gasto militar hasta el 5% del PIB que exige Trump, pero ha remarcado que “Europa no tiene que seguir dependiendo de otras jurisdicciones”. Y eso, ha insistido, no solo en materia militar. También ha subrayado la importancia de que la UE mantenga un diálogo constructivo con Washington y que ante la guerra comercial Europa se muestre unida y siga tejiendo acuerdos con otros actores, también buscando un equilibrio con China.

En materia climática, una de las carteras prioritarias del organismo, ha afirmado que el banco sigue financiando proyectos relacionados con la energía nuclear y el gas, pero finalizados a la transición ecológica —no se están promoviendo nuevas centrales atómicas, por ejemplo—, y que en las próximas semanas se firmará un acuerdo para impulsar la interconexión eléctrica entre España y Francia, “una tarea pendiente” que ha vuelto a saltar a la palestra tras el apagón del pasado 28 de abril. “No podemos seguir dependiendo de energías fósiles”, ha concluido Calviño.