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Varias empresas alemanas reconocen que contribuyeron a consolidar el dominio nazi

Un total de 49 firmas asumen su responsabilidad histórica en el 80 aniversario del final de la II Guerra Mundial

El ministro de Armamento y Producción de Guerra del Tercer Reich, Albert Speer, y Adolf Hitler en una reunión en la casa de este último en Obersalzberg.

Medio centenar de empresas alemanas contribuyeron a consolidar el dominio de los nazis durante el Tercer Reich y, en las primeras décadas tras la II Guerra Mundial, evitaron enfrentarse con su responsabilidad como lo hizo gran parte de la sociedad en Alemania. Sin embargo, ahora reconocen su papel en los crímenes nazis. Un total de 49 empresas alemanas, entre ellas: Bayer, BASF, Bosch, Evonik, Siemens, Deutsche Bahn, Volkswagen, Lufthansa y Rheinmetall, asumen actualmente su responsabilidad histórica en los delitos perpetrados y muestran su rechazo al antisemitismo.

Esta alianza de líderes empresariales ha hecho este jueves 8 de mayo —ochenta aniversario del final de la II Guerra Mundial— un llamamiento a asumir responsabilidad juntos, preservar las lecciones de la historia y fortalecer los valores fundamentales de la democracia. “Hoy asumimos la responsabilidad como empresas alemanas de hacer visible el recuerdo de los crímenes en la época nazi porque estos crímenes nos recuerdan reconocer continuamente la fragilidad de la democracia”, según la declaración que firman los consejeros delegados de 49 grandes empresas alemanas.

Además, los máximos ejecutivos de Alemania invitan a otras compañías a unirse a esta declaración de responsabilidad. Juntas se posicionan contra el odio, la exclusión y el antisemitismo con motivo de la celebración del fin del conflicto. Varios medios de comunicación alemanes como los diarios Frankfurter Allgemeine Zeitung, Süddeutsche Zeitung, Zeit y prensa local publican este jueves la declaración conjunta.

Muchas empresas han publicado también en sus páginas web la declaración en la que reconocen su responsabilidad en los trabajos forzados a los judíos y otros crímenes de guerra de los nazis durante el Tercer Reich.

“La toma de poder de los nacionalsocialistas en 1933 hubiera sido impensable sin el error de los que entonces tomaron decisiones en la política, el ejército, la justicia y la economía”, reza la declaración. “Las empresas alemanas contribuyeron a consolidar el dominio de los nacionalsocialistas. Teniendo su propio beneficio en mente, muchas empresas y sus actores en aquel entonces estuvieron involucradas”, añade el documento.

Ahora hacen hincapié en que “la democracia necesita actitud y coraje”. “En 1933 y posteriormente, demasiados guardaron silencio y miraron hacia otro lado”, aceptan ahora los máximos responsables de las mayores empresas de Alemania.

Indemnizaciones a trabajadores forzados

El Gobierno de socialdemócratas y verdes creó en el año 2000 la fundación EVZ, siglas de Erinnerung, Verantwortung und Zukunft (recuerdo, responsabilidad y futuro), para indemnizar a los trabajadores forzados y otras víctimas de la injusticia nacionalsocialista. La fundación ha pagado a unos 1,7 millones de trabajadores forzados durante el Tercer Reich en casi 100 países, alrededor de 4.400 millones de euros en indemnizaciones, financiadas por Alemania y las empresas alemanas.

Alemania estableció una fecha límite de solicitud de la indemnización hasta el 31 de diciembre de 2001 y en algunos casos aceptó solicitudes hasta el 31 de diciembre de 2002. La mayor parte de las indemnizaciones fueron para trabajadores forzados en Polonia, Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Además, mediante el “proceso de arianización”, Alemania despojó durante el Tercer Reich a los judíos de sus propiedades, mediante la compra de sus propiedades, incluidas empresas, a precios ridículos o mediante el robo. Entre otras medidas de resarcimiento, Alemania no cobra impuestos a la jubilación de las víctimas de la persecución nacionalsocialista, entre ellos los trabajadores forzados.

Algunas empresas investigaron su colaboración con los nazis

Algunas empresas, como Volkswagen, Mercedes-Benz y la reaseguradora muniquesa Münchener Rück, han investigado de forma independiente y exhaustiva su implicación con los nazis, pero otras no lo han hecho.

El fabricante automovilístico Volkswagen (cuya traducción literal es el coche del pueblo), fundado en 1937 para producir el escarabajo, es una de las empresas que más ha hecho y da acceso público a su archivo histórico. Ferdinand Porsche presentó en 1936 el prototipo del escarabajo, el primer coche de masas, que le había encargado Hitler, quien decidió crear la fábrica en Wolfsburgo para producirlos. Por su parte, Mercedes-Benz investigó en los años ochenta del siglo pasado su colaboración con los nazis con una comisión de expertos independientes.

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