La UE pide paciencia a los pescadores
Arias Cañete se reúne con el sector por la pérdida del caladero de Marruecos
Muchos puertos pesqueros andaluces son estos días salas de espera. Y, como en las de los hospitales, se cruzan las buenas y las malas noticias. Las peores llegaron de Mette Gjerskov, la ministra de Pesca de Dinamarca, país que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea quien reveló ayer que el mandato para ordenar una negociación para retomar el acuerdo de pesca con Marruecos todavía no está terminado y que, por tanto, un nuevo convenio "tardará en llegar". Al menos, los pescadores podrán trasladar esta inquietud directamente al ministro español, Miguel Arias Cañete, quien ha citado hoy en Sevilla a los afectados por la pérdida del caladero marroquí.
Arias Cañete fue nombrado ministro cuando el Parlamento Europeo acaba de rechazar la prórroga del acuerdo pesquero con el país norteafricano. La principal demanda del sector en España, con 64 barcos afectados y 500 empleos directos, era renegociar cuanto antes el nuevo convenio para evitar un prolongado paro para estos trabajadores. Marruecos, en una comisión mixta entre empresarios, mostró su disponibilidad a dialogar. También hubo entendimiento entre las autoridades marroquíes y españolas en la visita que Mariano Rajoy hizo a ese país.
Pero desde Bruselas las cosas se ven diferentes. Y lo que aquí es muy urgente, allí se ve con mucho cuidado. No en vano los reproches puestos por el Parlamento europeo a seguir con este convenio, como fue el daño al medio ambiente o los problemas legales de faenar en aguas del Sáhara occidental, tendrán que ser recogidos en el nuevo tratado. La ministra danesa ya adelanta que "los derechos humanos y la sostenibilidad" serán fundamentales en la nueva redacción.
Los pescadores de una de las localidades más afectadas por la falta de este acuerdo, Barbate (Cádiz), admiten que conocían que un nuevo acuerdo no sería sencillo pero, por eso, trasladarán al ministro su petición de que España interceda para resolver cuanto antes los reproches administrativos al inicio de las negociaciones. El problema es que, sin Marruecos, su única opción es faenar en el golfo de Cádiz. A las dificultades del esquilmado caladero nacional se suma la advertencia hecha por el propio Gobierno de que navegar estos meses en el Estrecho deberá hacerse con "extremo cuidado", ya que se entiende que, sin acuerdo, Marruecos extremará la vigilancia de su jurisdicción. "Somos conscientes de que cualquier negociación es largo. Pero queremos aclarar si podremos faenar con tranquilidad sin peligro de ser apresado", aseguró ayer Domingo Pacheco, patrón mayor de Barbate.
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