"Las estrellas no piden avión privado por capricho"

La agenda de José Luis Rebordinos (Rentería, 1961), con actividades planificadas por colores, echa humo. Hoy se estrena como director en la 59ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. "Con el trabajo ya hecho, ahora solo toca tirar millas. Temo que de aquí a que acabe el festival seré una peonza yendo de un sitio a otro", dice. Pero se le ve tranquilo. "Me da cierto pudor decir que no estoy nervioso, pero es así. Es mi carácter, puedo racionalizar los nervios. Sé que me esperan 10 días locos, pero me apetece que empiece la fiesta, quiero disfrutar. Estoy presionado por la responsabilidad que me cae, pero debo transmitir tranquilidad al equipo".
Tablas no le faltan. Ni dentro del certamen -durante 15 años ha sido miembro de su comité de dirección- ni como responsable de una cita cinematográfica. Porque este hombre, antes que José Luis Rebordinos, es El Rebor, el entusiasta que con mucha imaginación y menos dinero ha liderado durante años la Semana de Cine Fantástico y de Terror, y lo ha convertido en un fenómeno único y masivo para un género no apto para todos los públicos.
El nuevo director del festival de cine donostiarra ve el futuro en la industria
Se ha levantado a las 6.30 y, como todos los días, ha desayunado en casa un zumo de naranja y una tostada de pan integral con tomate. Y también, como cada día, ha parado en una gasolinera de camino entre Gaztelu, el pueblo en el que vive, y Donostia para tomarse un cortado y leer la prensa. "Soy muy de gasolineras porque también cada noche, si llego tarde a casa, me paro en una para comprarme la prensa que haya llegado a esa hora". Así que este es el segundo desayuno y, por los mensajes que le llegan al móvil, se intuye que va a ser la única comida tranquila que va a tener hasta la clausura del certamen el día 25.
¡Fuera complejos! Este es uno de los objetivos que se ha planteado. "No nos podemos mirar todo el rato en el espejo de Venecia, que es un festival más grande y con el doble de presupuesto. Nosotros somos los más pequeños dentro de la categoría A, estamos más agazapados, pero podemos hacer un gran festival y generar muchos intereses", defiende con pasión, después de beber de un sorbo de otro zumo de naranja y picar un poco de jamón de york. También está decidido a apostar, sin complejos de nuevo, por el cine español y latinoamericano, convencido de que el reto del certamen está en la presencia de la industria. Por ello, trabaja para lograr a partir del año que viene un foro de coproducción entre Europa y Latinoamérica. "Será nuestra salvación. Es nuestro futuro. Un festival no es solo alfombra roja, también es negocio".
Muy a su pesar, ha dedicado más tiempo que el que deseaba a conseguir financiación para el certamen -de los 6,7 millones de 2010 ha llegado a los 7,1 de esta edición-. "Nos ha servido para traer a más gente, porque tengo que reconocer que el año pasado la cosa estuvo un poco triste. Nosotros no tenemos dinero para vuelos privados y las estrellas los piden, pero no por capricho sino porque tienen que estar muy presentables nada más aterrizar en la ciudad". El único que se ha permitido este año el festival es el que traerá desde Múnich a San Sebastián a la actriz Glenn Close, que el domingo recogerá el Premio Donostia.
Rebordinos es una máquina de correr. Correrá y de qué manera estos 10 días, y hará correr a todos los que se pasen por Donosti. "Aúpa, Rebor", le dice un transeúnte por la calle. "Aúpa", contesta divertido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
