"No pedimos recortes, sino mejor gestión"

El presidente de Cierval, José Vicente González, explicó ayer que, al contrario que las empresas, que en su mayor parte han hecho sus deberes ante la crisis, los Gobiernos "han hecho muy poquito", aunque "ahora empiezan a hacer algo pero aún tímidamente". El líder de la patronal de la Comunidad Valenciana pronunció ayer una conferencia con claves para sobrevivir y posicionarse en el futuro.

González repasó las causas que han conducido a la Comunidad Valenciana a su actual situación, aunque sin intención de forense. Repartió culpas y conminó a reconocer los errores pasado y a ponerse "manos a la obra para remendarlos". El empresario admitió que no hay "una solución" a la crisis pero defendió que sí "hay soluciones", en plural. Para lograrlas, instó a los ciudadanos a recuperar la cultura del esfuerzo y los interpeló a ser competitivos: "No basta con ir cada día al trabajo y cumplir con el horario".

También les exigió coherencia: "Todos decimos que los Gobiernos deben ser austeros, administrar bien, pero luego no votamos a esos sino a los que construyen polideportivos, endeudándose y sin saber cómo van a poder pagar el mantenimiento".

A las empresas le pidió ganar tamaño, internacionalizarse, invertir en innovación y en formación del personal y flexibilizarse. Porque todas las empresas que están funcionando bien o van tirando incluso con la crisis reúnen esos requisitos. Como prueba de que hay salidas puso ejemplos como el calzado, "un sector que va muy bien (15% de incremento en las exportaciones en los seis primeros meses)" o la cerámica (10% de aumento en el mismo período).

También exigió a las empresas hacer esfuerzos para motivar a los trabajadores y entenderse con los sindicatos: "Si no nos entendemos, si no pactamos, si no nos reformamos, nos reformarán y será peor".

Y a los Gobiernos, dar los mismos servicios con un menor gasto. "No pedimos que se recorten prestaciones, sino que se gestionen mejor". González insistió en la necesidad de mejorar la formación y estimular la inversión productiva, y para ello exigió una profunda discusión con los agentes económicos y sociales. Y lo fundamental: "Precisos pactos entre Gobierno y oposición", es decir: "Menos crispación y más colaboración".