Y la esposa del político se convirtió en 'gran hermana'

Que la mismísima esposa del presidente de la Cámara de los Comunes (speaker) desfilara esta semana ante las pantallas televisivas como concursante de la versión VIP del programa Gran Hermano ha suscitado escasa sorpresa entre los británicos. Al fin y al cabo se trata de la misma dama, Sally Bercow, que a principios de año posaba para un diario vespertino británico cubriendo su desnudez con una mera sábana y eligiendo el famoso reloj Big Ben como fondo.

Algunos diputados del Parlamento británico, sin embargo, han puesto el grito en el cielo, y no solo porque la actitud de Bercow (de 42 años) pueda socavar la dignidad del cargo de su marido (de 48). Voces como la de la parlamentaria laborista Kate Hoey le exigen que, en calidad de "figura pública", contribuya a sufragar los gastos del apartamento ubicado en el palacio de Westminster donde residen el speaker y su familia (tienen tres hijos) a cargo del contribuyente. En una ocasión, Sally Bercow se jactó de los efectos afrodisiacos de vivir en ese recinto histórico.

La flamante concursante del programa de telerrealidad del Channel 5 percibirá 150.000 libras (172.000 euros), de las que destinará 100.000 (115.000) a obras benéficas, se quedará con otras 30.000 (35.000 euros) y utilizará las 20.000 restantes (23.000) para contratar al publicista Max Clifford, encargado de las relaciones públicas de muchos personajes famosos.

Este último paso sugiere que la carrera de Sally Bercow en el mundo del famoseo no ha hecho más que empezar, para escarnio del Partido Conservador británico, al que pertenece su marido John, aunque ella milite en las filas de la oposición laborista.