Un trago gozoso

Tal vez sea el proyecto vinícola más ambicioso de nuestro país. Nada menos que diez bodegas en seis denominaciones de origen y tres zonas geográficas, con vinos de la calidad de Nora da Neve, Mano a Mano, Naiades, Venta La Ossa, Cénit o Dominio de Atauta. Hablo de Avante Selecta, la increíble aventura del visionario Manuel Juvé, empresa nacida para comercializar y promocionar distintos y minoritarios proyectos.

Hoy la actividad de Avante Selecta continua expandiéndose, tanto nacional como internacionalmente, en particular en Estados Unidos. Aunque bien dispares, obedeciendo cada uno a las características de la zona y las exigencias del terruño, todos sus vinos se basan en una misma filosofía: modernidad con personalidad. Para eso escogen los viñedos, generalmente de bastante edad, más apropiados para tan altas miras, básicamente de variedades autóctonas. No siempre lo consiguen, como ocurrió con los precursores de este Altino, pero no cejan en el empeño. Así, para este tinto se utilizan parcelas de viñedo con más de cincuenta años, en la Sonsierra riojana, cercanos a la población de Samaniego. Un excelente tempranillo, parte del cual se fermenta en roble francés, tras pasar por la rigurosa selección. Una gozada de trago, que se ajusta a los gustos actuales: abundante fruta madura silvestre, nada empalagosa, notas elegantes de mineral y crianza, con tostados, torrefactos y especias en armónica sinfonía aromática. Y boca fresca, sabrosa, con regusto a regaliz, paso ágil y recuerdo persistente.