Trató de matarla por pedir silencio

Ángel Flores aceptó ayer una condena de cinco años de cárcel por intentar matar a su compañera sentimental el pasado 3 de marzo en el piso que ambos compartían en el barrio valenciano de Orriols. La fiscalía pedía siete años de prisión, pero a los pocos minutos de iniciarse el juicio en la Ciudad de la Justicia se anunció la conformidad de las partes: acusación y defensa aceptaron dejarlo en cinco.

Según se considera probado, el día de los hechos Flores se hallaba en la cocina del domicilio cuando su pareja se le acercó y le pidió que no hiciera ruido porque estaba intentando descansar. El hombre reaccionó de forma totalmente desproporcionada. "Te mato aunque vaya a la cárcel", le dijo, y acto seguido se giró hacia ella sosteniendo en la mano un cuchillo de 19 centímetros de hoja e intentó clavárselo en el estómago. La mujer se resistió y frenó el ataque cogiendo el cuchillo con las manos. El gesto de autodefensa le costó el corte del músculo flexor largo y de los nervios colaterales del dedo índice de la mano izquierda. Pero aquello, probablemente, le salvó la vida.

Estuvo tres días hospitalizada y tardó un mes y medio en recuperarse de las heridas. Además de una cicatriz, le han quedado problemas para flexionar el dedo índice.

Una vez alcanzado el acuerdo, la única duda, afirmaron a la puerta de la sala de juicios fuentes del caso, era saber si el Juzgado de Violencia sobre la Mujer lo aceptaría u optaría por considerarlo un delito de lesiones. Se inclinó por la primera opción: condena por tentativa de homicidio.

La pareja llevaba junta desde hacía 10 años y la relación, afirmó el abogado de la defensa, no era buena. Flores tenía problemas con el alcohol desde hacía tiempo (según el escrito de acusación del ministerio público ello le provocaba una "merma de sus facultades volitivas e intelectuales") y antecedentes penales.

El condenado, que se encuentra en prisión desde hace casi un año, ha sido condenado, además de a los cinco años de cárcel, a indemnizar a la víctima con cerca de 6.000 euros por los días de baja y las secuelas. Y se le prohíbe también acercarse a su expareja por un periodo de 10 años.