Cruz niega ahora que quisiera relacionar al PSOE con su paliza

El consejero murciano ve difícil que el Gobierno pudiera prever la agresión

El consejero de Cultura del Gobierno autónomo murciano, Pedro Alberto Cruz, señaló ayer a preguntas de periodistas que su intención nunca fue relacionar al PSOE con la brutal agresión que sufrió junto a su casa el pasado 15 de enero. Así, ha admitido que sería de "malnacidos" decir que aquellos con los que mantenía sus rifirrafes políticos querrían verle abatido a golpes. Y ha agradecido además la "encomiable" labor de la policía en este asunto, entregada "al mil por cien"; precisamente ha sido el máximo responsable de la policía, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los principales blancos de las insinuaciones del PP a cuenta de la paliza. Anoche mismo, su presidente, Mariano Rajoy, dijo en Antena 3: "Le pido al Ministerio de Interior, ya que no garantizó su seguridad, que al menos detenga a los culpables".

El otro socialista castigado por las críticas populares es el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar. Tanto Rajoy como la presidenta del Gobierno de Madrid, Esperanza Aguirre, exigieron hace días su dimisión al considerar que no estuvo "a la altura de las circunstancias". Consideraba muy grave Rajoy que, en su opinión, no se hubiera protegido adecuadamente al consejero murciano. Cruz, entrevistado ayer en la Cadena SER, señaló, sin embargo: "Hay que ser lo más objetivo posible. Prever una agresión en una región como Murcia es ciertamente difícil". Pese a ello, sí deslizó que "probablemente hubo cierta laxitud a la hora de controlar las manifestaciones de protesta" en esa comunidad en las últimas semanas.

"Los socialistas han sobrepasado líneas rojas que no se pueden cruzar en política", llegó a asegurar también hace unos días la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Ayer, Cruz negó que él hubiera dicho nunca que la agresión fue fruto del clima político adverso, "insalubre", según apostilló, aunque sí recordó que "todas las palabras suman de una manera considerable". "Aunque no queramos voluntariamente hacer daño".

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