El ala catalanista del PSC afronta dividida la sucesión de Montilla

El relevo de José Montilla al frente del Partit dels Socialistes de Catalunya tras su derrota está tomando visos de carrera de fondo. Mientras aumentan las voces en el seno del partido que lamentan el lento ritmo que Montilla ha imprimido a su relevo -el PSC no celebrará su congreso hasta dentro de un año- los candidatos a sucederle van tomando posiciones. Quien más claramente ha movido ficha hasta ahora es Antoni Castells, el consejero de Economía en funciones del Gobierno catalán, que aspira a un PSC no supeditado al PSOE. Castells, encuadrado en el ala más catalanista del partido, no lo tendrá fácil si quiere ser una alternativa real, puesto que los últimos meses se ha distanciado de los otros dirigentes de este sector y para muchos ha dejado de ser su candidato. Los catalanistas afrontan el congreso de 2011 sin un líder que les una y, sobre todo, sin una estructura que les organice y les ayude a tomar posiciones frente al actual núcleo duro.

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Tradicionalmente, el sector más catalanista del PSC había basculado alrededor de Pasqual Maragall, ya fuera del partido, y de Raimon Obiols, que mantiene cierta ascendencia en un minoritario sector de la dirección desde su cargo de eurodiputado.

El consejero de Economía, en su día considerado uno de los más maragallistas del partido, ha perdido parte de la confianza que le habían depositado otros dirigentes, que le critican un dogmatismo excesivo y no haber arrimado el hombro en las últimas elecciones autonómicas. "Castells, como Montilla, no puede ser el futuro del partido", afirma uno de estos dirigentes.

Castells declinó expresamente el ofrecimiento de Montilla para ir en las listas y optó por retirarse temporalmente para diseñar su alternativa. En el plano más personal, varios dirigentes del ala catalanista le reprochan un excesivo personalismo en sus actuaciones y serias dificultades para trabajar en equipo.

El consejero de Economía tampoco goza, por supuesto, del apoyo del entorno más directo de José Montilla, que prefiere aupar a la ministra de Defensa, Carme Chacón, si esta se decide finalmente a abandonar su carrera política en Madrid. Esta opción también es vista con buenos ojos en el PSOE, sobre todo entre los que están convencidos de la retirada de José Luis Rodríguez Zapatero y del futuro liderazgo del PSOE del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba. El PSOE también quiere que el PSC apoye la investidura de Artur Mas por "responsabilidad", tal como dijo ayer el ministro de presidencia, Ramón Jáuregui.

Para evitar incidir en la división entre catalanistas y próximos al PSOE, el entorno de Montilla asegura que si opta por Chacón es por una cuestión puramente generacional. La ministra tiene 39 años frente a los 60 de Castells.

Otra dirigente del sector catalanista que podría hacer sombra a Castells es la también consejera saliente Montserrat Tura. Bien valorada en las encuestas, Tura tiene también en contra el hecho de carecer de un núcleo que la apoye.

Con esta situación, el sector catalanista tiende a mirar a su cantera de alcaldes y el de Lleida, Àngel Ros, es uno de los que goza de mayor popularidad donde gobierna. Los representantes municipales del partido, precisamente, tomarán hoy la voz para hablar del futuro del PSC en el denominado Consejo de Alcaldes.