"Tanto tensar la cuerda, vamos a acabar como en el metro de Madrid"

El recurso del Ejecutivo autónomo a fijar por decreto los servicios mínimos en el caso de no llegar a un acuerdo con los sindicatos ante las convocatorias de huelga está empezando a colmar la paciencia de las centrales. ESK, una de las formaciones minoritariarias que se ha adherido al llamamiento hecho por Comisiones Obreras y UGT de cara al paro de mañana, fue el más contundente ayer, tras la publicación de la resolución en el Boletín Oficial del País Vasco. "El hecho de que respetemos los mínimos establecidos no quiere decir que sean razonables", se quejó su portavoz, Josu Balmaseda, quien lanzó incluso una advertencia al Gobierno. "Si siguen tensando la cuerda igual acabamos como en el metro de Madrid", avisó, en referencia al incumplimiento de los servicios mínimos durante los paros que los trabajadores del suburbano de la capital de España llevaron a cabo a finales de junio.

Tanto UGT como CC OO ya han avisado, por ejemplo, de que no se comprometen a garantizar los servicios impuestos para el transporte en la Comunidad de Madrid, aunque sí los pactados con el Ministerio de Fomento.

La de Balmaseda no fue la única voz crítica. La secretaria de Acción Sindical de UGT-Euskadi, Maribel Ballesteros, cuestionó lo que el Gabinete de Patxi López entiende por servicios "esenciales" y lamentó que sean más exigentes en la comunidad autónoma que a nivel del conjunto de España. De su lado, el responsable de Comunicación de CC OO de Euskadi, Javier López, incidió en que los mínimos fijados incluso han superado en algún apartado los que se fijaron en junio pasado.

"Protesta política"

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, argumentó que el Ejecutivo pretende garantizar la opción de hacer huelga, pero compaginándola con el derecho al trabajo. En una entrevista en ETB Mendia justificó el recurdso al decreto ante la "lamentable" falta de acuerdo con los sindicatos. No obstante, confió en que la jornada de paro se desarrolle "con orden y paz social".

Los sindicatos profesionales de la sanidad han descartado respaldar de forma expresa a los convocantes de la huelga general, aunque instan a sus afiliados a actuar "como consideren conveniente". SATSE, SME, FFHE, SAE y UTESE comparten la "preocupación generalizada" ante la reforma laboral, pero entienden que el paro responde a una "protesta política", como evidencia la división sindical.