Cal se queda de piedra

David Cal, cuádruple medallista olímpico, no pudo alcanzar el podio en la final de C-1 de 1.000 metros de los Mundiales de piragüismo que se vienen disputando en Poznan (Polonia), y acabó cuarto en la prueba.

A un golpe de riñón. A una palada. A dos décimas de segundo. A esa distancia se quedó Cal (3m54,06s) del bronce en una prueba en la que logró el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la plata en los de Pekín 2008. Tras una salida dubitativa, a Cal le faltó un último impulso para hacerse con el bronce, que fue para el alemán Sebastian Brendel (3m53,8s). El actual oro olímpico en la modalidad, el húngaro Attila Vadja (3m51,92s), se llevó la segunda plaza y el uzbeko Vadim Mekov (3m51,72s) revalidó su título de campeón mundial. "Pensando que el objetivo son los Juegos de Londres 2012 y que hace un par de semanas estaba acabado y no servía para nada, según alguna gente, este cuarto puesto está muy bien", afirmó el español.

José Luis Bouza, por su parte, se proclamó ayer subcampeón en los 5.000 metros de C-1 -una distancia que no es olímpica- con lo que inauguró el medallero español.Bouza, que terminó por detrás del alemán Ronald Verch, pero por delante del eslovaco Marian Ostrcil, se mostró feliz por su éxito a pesar de sus problemas en un hombro: "Me da moral para el futuro".