La extracción de arcilla amenaza una laguna protegida en Sanxenxo

La laguna Fianteira, en Vilalonga (Sanxenxo), surgió del abandono de una antigua mina de extracción de arcilla y hoy, según un reciente estudio científico, acoge decenas de especies en peligro. Pero la actividad industrial que dio origen a este espacio natural aparece ahora como una amenaza para su supervivencia, ya que, según denuncia el Colectivo Ecoloxista do Salnés, la empresa Nueva Cerámica Campo tiene intención de vaciar, extraer arcillas y rellenar después la mitad este del lago.

Y, a pesar de las diversas figuras de protección medioambiental que reconocen el valor de la Fianteira, la empresa ha logrado los permisos necesarios para hacerlo. Los tres departamentos competentes de la Xunta (Industria, Medio Ambiente y Medio Rural) han dado su visto bueno al Plan de Labores 2010 de la empresa extractora, que no ha querido dar detalles a este periódico sobre su intervención en el pantano. Tampoco la Consellería de Economía e Industria, responsable última del permiso y con la que ha contactado este diario en los últimos días, ha informado sobre los pormenores de la autorización.

Nueva Cerámica es parte del conglomerado de sociedades de Epifanio Campo Fernández, hermano del también empresario y ex alcalde de Ortigueira por el Partido Popular Antonio Campo. Los orígenes del grupo, que engloba, entre otras, varias empresas del sector minero en diversos lugares de Galicia, se remontan a mediados del siglo pasado, cuando el padre del poderoso empresario, Epifanio Campo Núñez, comenzó a extraer arcilla precisamente en este punto de la costa de Vilalonga.

Tras conocer la decisión de la Xunta, el Colectivo Ecoloxista do Salnés, con el apoyo de otros grupos, ha decidido emprender acciones legales contra las administraciones responsables de la protección de la laguna para intentar poner freno a lo que califican como "atentado ecológico consentido". Consideran que la autorización en la que se apoya el permiso del que dispone Campo para explotar la laguna -una concesión minera, con su correspondiente evaluación de impacto ambiental y plan de restauración, que data de 1993- debe ser revisada atendiendo tanto a los cambios legislativos que se han producido en los últimos años como al notable enriquecimiento experimentado por el ecosistema desde su formación.

Según la presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés, Marta Lois, la asociación ultima la preparación de las denuncias, que pretenden presentar en las próximas semanas. Previamente, la asociación ha intentado detener la actuación acudiendo, sin éxito, al Ayuntamiento de Sanxenxo, ya que entienden que la calificación de Solo Rústico de Protección de Espazos Naturais con la que figura el espacio en el PXOM otorga a la Administración local la potestad de detener las obras. El colectivo critica la "indignante indiferencia" del Ayuntamiento, mientras que desde el consistorio sostienen que tanto las concesiones mineras como la protección de los espacios naturales son atribuciones de la Xunta de Galicia.