Un caso de corrupción golpea al PNV

La Justicia dio ayer un espectacular golpe a la gestión pública del PNV en Álava, al detener a ocho importantes cargos por un supuesto delito de corrupción dentro de una espectacular operación que provocó la lógica conmoción política. Pasadas las diez de la noche, el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Álava, dejaba ayer en libertad con cargos a los ocho imputados en un caso de corrupción que afecta a las entrañas del PNV alavés porque concierne directamente a personas vinculados al círculo de máxima confianza de su presidente, Iñaki Gerenabarrena.

La operación, realizada por efectivos de la Ertzaintza, comenzó a las siete de la mañana cen el domicilio particular, en Vitoria, del diputado foral de Administración Local y Equilibrio Territorial, Alfredo de Miguel, y su esposa, Ainhoa Bilbao, a quienes siguieron los arrestos de otros referentes de la dirección jeltzale como Alfonso Arriola o Aitor Tellería. Junto a éste, su esposa Araceli Bajo; además, el matrimonio compuesto por Koldo Otxandiano y Pilar Gaztelu, así como Iñaki Etxaburu.

El juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria llevaba semanas investigando una denuncia presentada ante la fiscalía, en la que se encuentran implicadas estas ocho personas, por los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de dinero.

El estupor y la conmoción se apoderaron de la institución foral alavesa, que vio cómo la Ertzaintza, en funciones de policía judicial, entraba en su sede principal en Vitoria para registrar el despacho de De Miguel. Los agentes también llevaron a cabo pesquisas en el Centro de Cálculo, al igual que el Parque Tecnológico de Miñano, en cuyo capital social participa la Diputación y al frente del que estuvo como director, hasta el relevo del PNV en el Gobierno vasco, otro de los ayer detenidos, Alfonso Arriola -ahora asesor en el Tribunal de Cuentas del País Vasco- y como director financiero un tercero, Koldo Otxandiano, quien antes fue gerente del Instituto Foral de Bienestar Social.

Un cuarto detenido, el ex concejal del PNV en el Ayuntamiento de Vitoria y dirigente de la ejecutiva provincial del partido, Aitor Tellería, se halla en la actualidad al frente del Centro de Empresas e Innovación de Álava (CEIA), otra sociedad participada por la Diputación alavesa, con sede en el mismo Parque Tecnológico de Miñano. También en este edificio entró ayer la Ertzaintza dentro de su investigación.

El propio diputado geneal, Xabier Agirre, se mostró desconcertado antes de reunirse de urgencia con el resto de su equipo de gobierno y asesores. Aunque anoche desconocía el contenido del auto del juez de instrucción, por lo que no sabe qué cargos concretos pesan sobre cada uno de los detenidos, Agirre tiene previsto reunirse a primera hora de la mañana con De Miguel, a quien todo hace indicar que el pedirá el cese, después de haberse comprometido a aplicar en esta causa "tolerancia cero".

Lógicamente, la detención del diputado foral de Administración Local y Equilibrio Territorial, Alfredo de Miguel (Bilbao, 1971), alentó la trascendencia de este golpe judicial al PNV. De Miguel, conocido por el apelativo de uñas negras, tenía la plena confianza de Gerenabarrena para representar al PNV en los principales asuntos políticos y económicos del territorio alavés. En su papel de hombre fuerte de Agirre había recibido el encargo de remodelar todo el sistema de gestión de los municipios alaveses. De Miguel se estaba encargando en estos momentos de la nueva gestión del Fondo de Financiación de las Entidades Locales, al tiempo que ejercía como vicepresidente segundo de Vital, aunque sin funciones ejecutivas.