José Luis Álvarez Margaride, presidente de Thyssenkrup

José Luis Álvarez Margaride (Gijón, 1938), presidente durante 25 años del grupo metalúrgico alemán Thyssen (actual Thyssenkrupp) en España, Portugal y Latinoamérica, y que dirigió la fortísima expansión de esta multinacional en estos mercados desde 1983, falleció el 16 de febrero en Madrid a causa de un derrame cerebral mientras era tratado de un linfoma. En los últimos años también había presidido la filial española de la aseguradora alemana DKV. Sus restos llegarán mañana a su ciudad natal, como fue su deseo, donde se celebrarán las exequias.

Nacido en el seno de una familia modesta, Álvarez Margaride, profesor mercantil por la Escuela de Peritaje de Gijón y licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao, encarnó el prototipo del empresario hecho a sí mismo. Conoció el mundo empresarial de arriba abajo, desde los puestos de inferior categoría hasta la presidencia de consejos de administración, tanto en empresas privadas nacionales como en multinacionales y compañías estatales españolas.

En los últimos años estuvo al frente de la filial española de la aseguradora DKV

Con su muerte, apenas mes y medio antes de que cumpliese 72 años, puso fin a 60 de actividad laboral ininterrumpida desde que, con sólo 12, se incorporara como meritorio en el departamento de ventas de Fábrica de Moreda, en Gijón. Una estancia formativa en Alemania en 1959, con 21 años, en la compañía Manesmann, le abrió nuevas posibilidades y lo vinculó a un país y una forma de entender los negocios y la gestión que determinaría su futura consagración como líder empresarial.

De nuevo en Moreda, y al tiempo que completaba su formación académica, siguió una trayectoria ascendente en la compañía. Como director financiero y social de Moreda participó, en 1966, en el origen de la siderúrgica Uninsa, participada por Moreda, Duro Felguera, Fábrica de Mieres, la alemana Krupp y el INI. Y al integrarse Moreda en el grupo vasco de Mecánicas, se convirtió en cogerente de la fábrica gijonesa al tiempo que dirigía, desde 1971, la compra de varias compañías para la organización. Convertido en 1975 en director general del grupo Mecánicas Asociadas, coordinó su expansión por Hispanoamérica a partir de 1977. En 1980 aceptó una oferta del INI y se integró en este holding estatal, donde desempeñó durante tres años la dirección general de Enfersa, la presidencia de Asur y diversas vocalías en los consejos de Ensidesa, Potasas de Navarra y otras compañías estatales.

Pero su coronación empresarial se produjo a partir de 1983, cuando el grupo Thyssen, presente en España con una pequeña factoría propia desde 1974 y que estaba en pérdidas, le encomendó la expansión y relanzamiento de los negocios de fabricación de elevadores, escaleras mecánicas, pasillos rodantes y fingers (pasarelas aeroportuarias). Bajo sus directrices, Thyssen acometió una fortísima expansión en España pero también en Portugal e Hispanoamérica: hoy, la filial ibérica (cuya matriz alemana se fusionó en 1997 con la también germana Krupp) tiene fábricas en Asturias, Barcelona, Madrid, Navarra, País Vasco, Valencia, Valladolid y Zaragoza; factura 1.700 millones y emplea a 9.500 trabajadores.

Álvarez Margaride fue también consejero de la austriaca Plansee, así como de Soluziona, Nothelfer, Ercros, ERT, Papelera Española, Prat Cartón, Asturiana de Zinc, Banco de Asturias, HC Energía y otras sociedades.

Personas que convivieron con él en el Consejo de Administración de Thyssen y de otras compañías aseveran que nunca actuó como un mero gestor, sino como un empresario con un acusado talante emprendedor.

Además de su actividad como empresario, su preocupación por el arte, la cultura y la investigación científica le llevó a ser miembro del jurado de los premios Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y a ser cónsul honorario de Alemania para Asturias, Cantabria y León. Casado con Carmen Buschek, deja tres hijos y muchos amigos.