Paciencia

Todos pendientes del golpe de autoridad que pretende dar esta semana Rajoy. Las revueltas internas se intensifican y ha llegado el momento de que el líder lo sea más que nunca. Y si bien se viene caracterizando por su" tancredismo", lo cierto es que parece que se ha agotado su paciencia. Y la verdad es que de resolverse felizmente este proceso, tendrá mucho que agradecer a Arenas, uno de los pocos que ha dado la cara hablando a favor de Rato y ha apelado al interés general de los ciudadanos antes que en el particular en referencia crítica al díscolo Costa.

Un papel desagradable, pero ya no valen las medias tintas. Otra cosa es que tanto esfuerzo no vaya acompañado de las debidas explicaciones que han de dar a la ciudadanía. Esa habilidad para conjugar ambos lenguajes es de reconocer. Ahí está el propio Arenas, que además se las ha tenido que ver, también, con lo sucedido en Ceuta, enclave considerado, hasta ahora, como un plácido feudo del PP en manos de Juan Vivas, quien goza de una gran consideración ciudadana. Pues bien, a este gobernante, al que le rodea una ganada fama de buen gestor y caballero, le colocaron un contrapoder en la persona de Pedro Gordillo, amo y señor, del propio partido. Ha sido fulminantemente destituido o dimitido, sin que nadie dé cuenta de las verdaderas razones de tan extrema decisión. Alguien ponía en circulación la supuesta existencia de un video con contenido sexual muy comprometedor para él. Un nuevo conflicto que pudo llegar al propio Arenas y a Génova en donde se decidió acabar con la historia de un personaje que amenazaba con desestabilizar al propio Vivas. Jugada maestra. En esta ocasión, hubo escasa paciencia y sí rapidez para atajar un escándalo que todavía puede dar mucho más de sí.