La redada se extiende a las Glòries y el Eixample

Las batidas contra la prostitución que llevan a cabo la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra cada noche desde el martes ya no se limitan a las calles de Ciutat Vella. Los grupos de prostitutas subsaharianas que huían Rambla de Catalunya arriba ya durante la primera madrugada de la campaña confirmaron la teoría de los vasos comunicantes: la policía sabe que, cuando refuerza su presencia en un lugar, las trabajadoras del sexo se refugian en otra zona de la ciudad. Un ejemplo: la presencia de prostitutas en las Glòries ha crecido en las últimas noches. Así que allí, como en el Eixample, también se desplegó la redada del sábado.

La otra novedad de esa batida fue la participación de la Policía Nacional. Fuentes del cuerpo aseguraron que ya se habían realizado una decena de estos despliegues conjuntos en lo que va de año, y que el objetivo es aplicar la Ley de Extranjería. De hecho, en esta última actuación se detuvo a 16 inmigrantes en situación irregular que pueden acabar expulsados -se identificó a un total de 230 personas-. Es evidente que, aunque no se puede perseguir la prostitución porque no es delito, las trabajadoras del sexo estaban esa noche en el punto de mira, después de que la edil de Seguridad barcelonesa, Assumpta Escarp, reclamase al Ministerio de Interior más celo a la hora de expulsar a las chicas que no tienen papeles. Cuatro de los detenidos -dos nigerianas y dos travestidas brasileñas- eran prostitutas.