Prieto enfría otra vez el deseo de Basagoiti de recuperar Álava

El PP choca con la roca de los socialistas alaveses, y de una manera especial con Txarli Prieto, cada vez que renueva su petición de "cambio" en la Diputación, que ahora preside el PNV. Antonio Basagoiti volvió a reclamarlo ayer con el argumento de los resultados de las europeas del pasado domingo en este territorio. "Cada día hay más gente en Álava que quiere el cambio", afirmó el presidente de los populares vascos, satisfecho por haber ganado en 15 municipios de esta provincia.

Sin embargo, Prieto, líder de los socialistas alaveses, ignora el argumento de los populares "porque, les guste o no, somos nosotros los líderes del territorio", y proyecta su mensaje hacia el PNV para reclamarle que "tenga una actitud de colaboración y lealtad con el Gobierno vasco desde las instituciones que gobierna". Así las cosas, si llega el cambio, sería por el hostigamiento institucional al que vaya sometiendo el PNV al actual Gobierno, pero nunca como una cesión socialista al PP.

Sobre esta premisa, el PSE quiere frenar ímpetus opositores como el exhibido por el diputado general de Vizcaya, el nacionalista, José Luis Bilbao, y por eso prefieren el "matiz" colaborador que Iñigo Urkullu transmitió al lehendakari López en su reunión del martes.

El propio presidente del Gobierno vasco situó ayer la hipotética moción de censura "en manos de los partidos, que tendrán que valorar la situación si la Diputación alavesa colabora o no con el Gobierno para sacar adelante las medidas y las propuestas que hagan falta, si colabora en el Consejo Vasco de Finanzas en el reparto de recursos". Y para remarcar la advertencia al PNV, añadió en una entrevista en Radio Nacional que "no podemos permitir que nadie juegue a la contra cuando, siendo la tercera fuerza política, está gobernando un territorio que seguramente no le correspondería".

Basagoiti no quiere poner fecha a una moción de censura que arrebate la Diputación alavesa al PNV. Hasta entonces prefiere subrayar "los malos resultados logrados por los nacionalistas en Álava en los comicios europeos", que los considera "un castigo" por la "labor obstruccionista" al Gobierno vasco desde las diputaciones. Sólo en este aspecto coincidió con Tarli Prieto, quien pidió al PNV que se aplique "homogeneidad" en la actitud de las diputaciones, "para que en una no se vaya de bueno y en otra, de malo".