El clásico enredo

El Barroco supuso la edad dorada del teatro español a través de autores que, con prolífica producción, reproducían la sociedad de la época en comedias de intriga en las que no faltaban los enredos, mujeres que se disfrazan de hombres y malos entendidos. Tirso de Molina estrenó Don Gil de las calzas verdes en 1615, en una demostración de su talento a la hora de llevar al escenario la comedia nueva que había creado Lope de Vega. La Compañía Nacional de Teatro Clásico, una formación que desde sus inicios ha respetado los cánones de la escena española de aquellos tiempos de gloria, pone sobre el escenario una de las obras maestras de Tirso en esta versión, dirigida por Eduardo Vasco y protagonizada por Juan Meseguer y Montse Díez, sobre los intentos de recuperación del honor de una mujer, con todos los ingredientes que la hicieron uno de los textos clásicos del Siglo de Oro de la literatura española, no solo en la puesta en escena, que refleja la ambientación y el vestuario de la época, sino con una especial preocupación por rescatar el lenguaje castellano por medio de sus textos más brillantes. Por medio de una comedia al estilo clásico donde el enredo es uno de los motores de la acción.