Jordi Galceran pone un pie en Broadway

Es prudente y no esconde que todo puede acabar en el cuento de la lechera, pero sabe también que ha dado un gran paso en su carrera. Jordi Galceran ha vendido los derechos de su celebérrima obra de teatro El método Grönholm al productor de Broadway Jeffrey Richards. Lo anunció ayer en un coloquio con Sergi Belbel sobre el buen momento que goza la dramaturgia catalana celebrado en la sede barcelonesa de la SGAE.

Gracias al éxito de sus montajes, Galceran ha podido irse a vivir un año a Nueva York, donde está impulsando la traducción de todas sus obras y buscando contactos para irrumpir en la escena estadounidense. En su visita a la capital catalana, quedó claro que estas iniciativas ya han empezado a dar frutos. Y el cobijo de Jeffrey Richards es una excelente tarjeta de presentación porque, entre otros, ha producido en Broadway montajes de David Mamet, como la sátira política November, y de Harold Pinter, del que recuperó The Homecoming con un unánime aplauso de público y crítica. Además, una de sus últimas apuestas, August: Osage County, de Tracy Letts, ha sido distinguida esta temporada con un premio Tony y alabada por The New York Times como una de las mejores obras de Broadway en los últimos años.

Galceran explica que aunque el contrato esté firmado, queda todavía mucho por recorrer, porque en Broadway la única forma de financiación es la privada, además de necesitar con anterioridad alguna estrella para seducir a los inversores. "Hace falta mucho dinero, porque allí se magnifica todo. Montar una obra pequeña como El método Grönholm sale carísimo", reconoce.

De conseguirlo, sería la consagración definitiva de una dura comedia negra que se ha representado en 34 países y que suma más de 80 producciones, según el autor. Sin embargo, todavía no lanza cohetes, porque recuerda que hace años el desembarco de la compañía El Tricicle en Broadway acabó en fiasco por un par de malas críticas.