India asesta el primer golpe a los piratas

Una fragata de India hundió ayer un barco nodriza pirata en el golfo de Adén, en aguas próximas a las costas de Somalia. Los piratas abrieron fuego en respuesta a la petición de la Armada india de inspeccionar su embarcación, un derecho reconocido por las normas internacionales. La reacción del buque de guerra Tabar, que navega en la zona como parte de la vigilancia internacional contra los ataques piratas, destruyó el barco nodriza. El golpe, sin embargo, no frenó la escalada de actos de piratería: otros tres buques fueron secuestrados ayer.

Ni el hundimiento, ni la intensificación de la vigilancia -además de India, Rusia, Estados Unidos, Francia y varios países de la OTAN mantienen buques patrullando en la zona- impidieron que un pesquero tailandés y un carguero chino cayeran en manos piratas. El Buró Marítimo Internacional (BMI) también informó de la captura de un carguero griego, aunque este hecho no fue confirmado por el Gobierno de Atenas.

El Gobierno saudí negocia con los captores del 'Sirius Star'

"La situación es incontrolable", dice el centro de análisis de la piratería

Mientras, el príncipe Saud al Faisal, ministro de Exteriores de Arabia Saudí, anunció que ya han comenzado las negociaciones con los piratas acerca del Sirius Star, el superpetrolero saudí capturado el pasado domingo. El ministro no hizo referencias al pago de un eventual rescate, aunque una web somalí hablaba de unos 200 millones de euros.

"Hay negociadores a bordo del barco y en tierra. Cuando hayan llegado a un acuerdo sobre el rescate, el dinero debe llevarse en efectivo a bordo", dijo uno de los supuestos secuestradores, identificado como Farah Abd Yamé, en un mensaje en audio transmitido por la cadena Al Jazeera. Se cree que el barco y sus 25 tripulantes están cautivos en Eyl, una aldea somalí de pescadores que ahora es considerada una de las principales bases de los piratas.

El enfrentamiento del buque indio con los malhechores refleja la escalada de violencia en la zona. El Tabar se acercó a la nave pirata nodriza que remolcaba dos lanchas rápidas y pidió que se detuviera para ser inspeccionada. "Los piratas en la cubierta de la nave abrieron el fuego con ametralladoras y lanzagranadas. Así que el Tabar respondió en defensa propia", aseguró el portavoz de la Marina india, Neerad Sinha.

La nave pirata quedó envuelta en llamas y se oyeron explosiones, posiblemente por las municiones almacenadas en su interior, según el relato del mismo portavoz indio. "A pesar de todo, los piratas lograron escapar en las lanchas rápidas", precisó. Según fuentes militares indias es la primera vez que las fuerzas internacionales hunden un barco pirata en el área.

"La situación se ha hecho incontrolable", declaró Noel Choong, director del Centro de Observación de la Piratería del BMI, con base en Kuala Lumpur. Choong señaló que hará falta un aumento muy significativo de la presión en esas aguas para lograr un efecto disuasorio sobre los delincuentes.

Por otra parte, el embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, instó la Alianza a una intervención más decidida, incluyendo en ella operaciones en tierra contra las bases de los piratas. Rogozin consideró que la simple acción naval, aunque dotada de una flota considerable, sería insuficiente para frenar los ataques.

La escalada de actos de piratería sigue creciendo. Los secuestros en la costa de Somalia son ya la tercera parte de las acciones de los piratas en todo el mundo. Este año al menos 97 barcos han sido atacados y 36 de ellos han sido secuestrados. Al menos 14 embarcaciones y 243 marineros siguen en manos de los piratas. El mismo Tabar indio había frustrado la semana pasada el intento de secuestro de dos barcos mercantes, uno indio y otro saudí.

Los piratas multiplican sus ataques