Barberá distingue a García-Gasco con la abstención de los socialistas

La propuesta del PP de nombrar hijo adoptivo de Valencia al cardenal Agustín García-Gasco rompió ayer el consenso con los socialistas en torno a las distinciones que concede el Ayuntamiento con ocasión del Nou d'Octubre. La oposición se abstuvo porque considera que García-Gasco fomenta "la división y la confrontación" con sus constantes ataques al Gobierno socialista, al que ha llegado a acusar de provocar "la disolución de la democracia y corroer los cimientos de la sociedad democrática". Así lo destacó el concejal Juan Soto, quien ayer sólo recordaba un caso en la última década en el que el PSPV-PSOE haya recurrido a la abstención para mostrar su rechazo a una distinción, la de hijo predilecto en 2004 al escritor Fernando Vizcaíno Casas.

La alcaldesa, Rita Barberá, aseguró que hay otro caso que se remonta a 1993, cuando Xavier Casp, impulsor del secesionismo lingüístico, fue declarado hijo adoptivo. La alcaldesa tachó a los socialistas de "sectarios" y defendió los honores a García-Gasco por el "hito" que supuso que Valencia recuperara la sede cardenalicia en noviembre de 2007. En la moción que presentó Barberá al pleno un mes después se afirma que el nombramiento del Papa "llenó de alegría y emoción a los valencianos".

Los socialistas aceptaron la apertura del expediente a la espera de una "rectificación" del cardenal, lo que no se ha producido. Soto negó un veto por discrepancias ideológicas y subrayó que no cumple el requisito de ser "un ejemplo y un modelo" quien cuestiona "elementos esenciales" de la convivencia democrática. La aceptación por parte del PP de las propuestas socialistas de nombrar hijos adoptivos a Matilde Salvador y Gonzalo Anaya no cambió la postura sobre el cardenal. Ambos partidos decidieron también distinguir a Mari Luz Terrada como hija predilecta y en dar la medalla de oro a la Fundación Bancaja y la Real Academia de Agricultura y Deporte.