Merkel apoya el ingreso de Georgia en la OTAN

En un inesperado espaldarazo al presidente Mijaíl Saakashvili, la canciller federal alemana, Angela Merkel, se comprometió ayer a abrir a Georgia las puertas de la OTAN. Merkel, que pasó tres horas en Tbilisi para entrevistarse con Saakashvili y exigir "la pronta retirada de las tropas rusas", subrayó que el ingreso de Georgia en la Alianza Atlántica "irá a buen paso" en la cumbre del próximo diciembre.

Sólo las 'fuerzas rusas de pacificación' podrán patrullar en territorio georgiano

Rusia recibió ayer más de un varapalo por la invasión. Poco antes de la conferencia de prensa de Merkel, el presidente Dmitri Medvédev anunció por teléfono a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, que hoy a mediodía comenzará la retirada de tropas rusas. Sarkozy advirtió a Medvédev de las "graves consecuencias" para las relaciones entre Rusia y la UE que tendría un mayor retraso en el cumplimiento de lo acordado. Merkel a su vez dejó claro que la retirada debe completarse en "cuestión de días" y que no se permitirá a Rusia que utilice la zona de seguridad, que prevé el acuerdo de alto el fuego, para extender el territorio de Osetia del Sur.

Según se supo ayer, Sarkozy envió el jueves una carta a Saakashvili para calmar la ansiedad de Georgia sobre esa zona de seguridad. La misiva especifica que sólo las llamadas fuerzas rusas de pacificación podrán patrullar varios kilómetros dentro del territorio georgiano.

Saakashvili, por su parte, señaló, durante la conferencia de prensa conjunta con Merkel, que después de esta invasión no se puede decir que sean de paz, ni de intermediación las fuerzas de paz rusas destacadas en Osetia del Sur desde 1992. El presidente georgiano insistió en la necesidad de que la estabilidad de ese territorio esté en manos de "una fuerza internacional de paz independiente". Un número aún indeterminado de observadores internacionales serán los primeros en llegar a la zona para verificar los movimientos de unos y otros.

Se espera que la retirada de tropas comience en Igoeti, la última posición tomada por los rusos el viernes, a tan sólo 40 kilómetros de Tbilisi y que hoy mismo abandonen Gori, la principal ciudad ocupada. Sobre el terreno, la situación fue de relativa calma a lo largo de la jornada de ayer. Los efectivos rusos que se encontraban en el puerto de Poti, en el mar Negro, se replegaron, según reconoció el Gobierno georgiano, que indicó que habían destruido la base naval y los cinco barcos de la Armada atracados en el puerto.

Rusia justificó la permanencia de sus tropas en "informes de inteligencia" que indican que el Gobierno de Saakashvili prepara una fuerte ofensiva contra las fuerzas rusas desplegadas en Osetia del Sur. Tbilisi lo desmintió categóricamente.