Las voces de los otros

Roger Pera, actor de cine y televisión, trabajó hace años en la película para la pequeña pantalla Mar rojo. Pese a ser también actor de doblaje, Pera se encontraba trabajando en Cuba cuando se dobló al catalán aquel telefilme y no pudo poner voz a su personaje. Lo hizo su padre, Joan Pera, el actor que dobla a Woody Allen, de manera que, al verla, Roger ni siquiera se reconocía en la película con esa voz dubitativa que hace su padre.

Esta es una de las anécdotas que contiene ¿Sabías que Brad Pitt y Epi son la misma persona?, el libro escrito por los periodistas valencianos Luis Miguel del Baño y Gloria Luján que se adentra, por primera vez, en el territorio de los actores de doblaje, de quienes prestan su voz a las estrellas de Hollywood. Las voces de Anthony Hopkins, Cate Blanchett o Matt Damon, es decir, Camilo García, Alba Sola y Roger Pera, arroparon a los autores en la presentación del libro, ayer, en Valencia. Repleta de anécdotas e historias personales, la obra de Del Baño y Luján enseña la cara de unos profesionales que "entran en las casas de todo el mundo" con su voz, como decía Sola. Actores que aman un trabajo que consideran "como cualquier otro", pero que requiere de una técnica especial para realizarlo. Por eso, explicaban, Javier Bardem no quiso doblarse a sí mismo en su personaje de Anton Chigurh en No es país para viejos. Por eso, sienten una especial satisfacción cuando, en una sala de cine, oyen su voz y se sienten parte de las películas. Y, por eso, cuentan que uno de los géneros más difíciles de doblar es el cine porno. "Porque te hiperventilas, con tanto jadeo", reconoce entre risas Roger Pera.