Txabarri sitúa en 2011 el inicio de las obras del puerto exterior

El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes, Joxe Joan González de Txabarri, sólo concibe la regeneración de la bahía de Pasaia a través de la construcción de un puerto exterior adosado al monte Jaizkibel. Lo primero y más urgente está supeditado a lo segundo, no existe una tercera vía: sin puerto exterior no es posible la transformación urbana. Txabarri planteó ayer en estos términos el debate sobre la polémica infraestructura, cuyas obras comenzarán en enero de 2011.

"La primera piedra se colocará en el último cuatrimestre de 2010, las obras empezarán el 1 de enero de 2011 y entrará en funcionamiento a partir de 2020. Nunca antes", anunció Txabarri, quien dio por segura la ejecución del nuevo puerto, pese a admitir que "no goza de la aceptación generalizada en los ámbitos político, institucional y social".

La dirección del Puerto justificó la necesidad de la dársena exterior incluso por razones medioambientales. Txabarri dio a conocer los resultados de un estudio ambiental encargado a la consultora Ekos, en el que se destacan y pormenorizan los "impactos positivos" que generará el traslado a mar abierto de la actividad portuaria. En cambio, se cita de pasada que habrá "afecciones significativas en el medio terrestre y marino".

El puerto exterior, dijo Txabarri, permitirá "entregar 76 hectáreas a los municipios para ganar 140 hectáreas con la dársena exterior". Entre las ventajas ambientales, el informe destaca la reducción de las emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero, la disminución del ruido y el tráfico, el aumento de la actividad económica y la mejora de la calidad de las aguas y de los suelos. Entre los impactos negativos, Antonio Bea, de Ekos, señaló, entre otros, la construcción de los accesos al puerto exterior y la ocupación del fondo marino para anclar el dique. Acto seguido, Txabarri matizó: "Los impactos negativos están ahora dentro".

El presidente del Puerto insistió en que durante la construcción del dique se minimizarán las afecciones con "medidas cautelares y correctoras" y que todas las actuaciones serán "compatibles" con los niveles de protección y conservación ambiental que goza Jaizkibel, declarado por la UE como espacio LIC.